La selección cubana de fútbol para menores de 20 años sucumbió con marcador de 2-0 ante su similar de México en las semifinales del Premundial de la categoría que se celebra por estos días en suelo azteca.
Con el boleto mundialista en el bolsillo, y con solo un día descanso tras los exigentes 120 minutos jugados ante Honduras en cuartos de final, los dirigidos por Yunielis Castillo buscaban agigantar su epopeya ante el favorito cuadro local.
Sin embargo, los nervios de los primeros compases de partido pasaron factura y, al séptimo minuto, ya los mexicanos mandaban 2-0. El primero llegó cuando, tras un desborde por derecha y subsiguiente pase de la muerte, Mateo Levy –con el muslo– puso en ventaja a los locales.
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El gol de vestuario fue un golpe anímico para los cubanitos, que en esos primeros instantes se veían completamente superados por las circunstancias e incapaces de contener el volumen de ataque de sus rivales. Como consecuencia, en el minuto 7, un centro desde la izquierda fue pifiado por el arquero Yurdy Hodelín, quien en un infructuoso intento de despeje dejó la esférica al borde del área chica, desde donde remató a placer Diego Ochoa.
Con el transcurso de los minutos, los cubanos comenzaron a asentarse en la cancha. Incluso, se puede decir que en los primeros 30 de la segunda parte se vio el mejor fútbol que practicaron los nuestros en todo el torneo.
La presión alta ahogaba constantemente las salidas de los mexicanos, provocándoles varios errores que casi siempre terminaron en disparos a puerta por parte de los caribeños. Sin embargo, el marcador ya no se movería y los locales avanzarían a la final del torneo.
Cuba finalizó su participación en este torneo con saldo de una victoria, dos empates (uno de ellos transformado en éxito por la vía de los penales) y dos reveses. En los cinco partidos disputados, los nuestros consiguieron igual cantidad de goles y recibieron un total de ocho.
Este indicador prueba que, aunque se consiguió el objetivo, el margen de mejora es alto y debe aprovecharse para enfrentar de forma óptima a rivales mucho más exigentes en la Copa Mundial de Chile el próximo año.