Es muy probable que nadie reconozca como un personaje relevante a Alexis María Martín-Tamayo Blázquez. Dicho así, quien se esconde tras ese nombre podría ser un cincuentón padre de familia nacido en Badajoz, un genio de las estadísticas, un ingeniero en telecomunicaciones o un apasionado del fútbol o el tenis. Pero, también podría darse el caso de que estemos en presencia de una misma persona que encaje en todos esos perfiles y que haya sido rebautizado como “Mister Chip”, gurú de los números en Twitter.
Si estás entre sus más de tres millones de seguidores en esa red, quizás no necesites subirle el volumen al televisor mientras observas el Mundial de Qatar, porque Mister Chip te transporta a otra dimensión con un impresionante despliegue de cifras e informaciones para todos los gustos. No importa cuán extravagante sea el dato que busques, tienes grandes posibilidades de encontrarlo en los archivos que Alexis María Martín-Tamayo Blázquez comenzó a crear con solo ocho años, hace ya cuatro décadas.
Este jueves, por ejemplo, Uruguay y Corea del Sur protagonizaron la cuarta igualada sin goles en la fase de grupos del Mundial. A simple vista, llama la atención esa cantidad de tablas en blanco luego de solo cinco días de competencia, pero no podríamos imaginar que, por primera vez en la historia de la Copa, se dan cuatro empates a cero en esta instancia del torneo. Ahí estaba Mister Chip para avisarnos.
#URU 0-0 #KOR (80′)#URUKOR #FIFAWorldCup #Qatar2022
‼️H I S T Ó R I C O‼️
Es la PRIMERA vez en TODA la historia de la Copa del Mundo que una selección (#URU) utiliza en un mismo partido a 4 jugadores de 35+ años (Diego Godín, Luis Suárez, Edinson Cavani y Martín Cáceres). pic.twitter.com/YhMOMhKeFK
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) November 24, 2022
Fue un partido sin demasiado brillo en el Education City Stadium, cuyo mosaico lo dibujaban camisetas rojas y celestes. El estruendo de las dos aficiones se alternaba según los trances de cada once: los coreanos apelando a la velocidad como arma mortal, y los charrúas encomendados al coraje más que al fútbol. Por esa vía le llegaron dos ocasiones claras de Diego Godín y Fede Valverde, pero ambas chocaron con la madera.
¿Saben a qué equipo Uruguay le había pegado dos tiros al palo en la historia de los Mundiales? Exacto, a Corea del Sur en Italia 1990. ¿Saben cuántos países han conseguido dos disparos a los postes contra el mismo rival en dos Copas diferentes? Pues solo cuatro: Brasil (vs. Argentina en 1982 y 1990, vs. Costa Rica en 1990 y 2002, vs. México en 1950 y 1954); Inglaterra (vs. Alemania en 1990 y 2010); Polonia (vs. Perú en 1978 y 1982); y, ahora, Uruguay. Y, por supuesto, ¿saben quién nos ha dado todos estos datos? Sí, Alexis María Martín-Tamayo Blázquez.
Mister Chip se dio gusto este jueves sacando datos sobre hechos que jamás se habían visto en los Mundiales. En el mismo duelo del Education City Stadium, por primera vez en la historia una selección (Uruguay) utilizó en un mismo partido a cuatro jugadores de 35+ años de edad tras colocar como titulares a Diego Godín (36), Luis Suárez (35) y Martín Cáceres (35), además de darle entrada a Edinson Cavani (35) en el segundo tiempo.
Sin embargo, esa vieja guardia, unida a los nuevos bríos de Valverde, Betancourt, Pellistri, Darwin y compañía, no pudieron tumbar la resistencia de surcoreanos, que sumaron otro buen resultado para el continente asiático tras las sorprendentes victorias de Arabia Saudita y Japón sobre a Argentina y Alemania.
La cara opuesta la han tenido las selecciones africanas, que no han ganado ni un solo encuentro. La última víctima de ese continente fue Camerún, que ahora suma ocho derrotas seguidas en Mundiales y se asoma al abismo, a un solo un traspiés de superar la peor racha de la historia, en poder de México, que perdió nueve veces al hilo entre 1930 y 1958.
Los leones tuvieron a Suiza con la lengua afuera por 45 minutos, pero no pudieron rematar la faena y terminaron derrotados. Breel Embolo, un chico que nació hace 25 años en Yaoundé, la capital camerunesa, fue el encargado de decidir el duelo con un gol en el complemento; y no, antes de que se lo pregunten, no fue un autogol.
Resulta que Embolo salió de Camerún desde pequeño y se mudó a Francia, donde conoció más tarde a su futura esposa, Naomi, ciudadana suiza, con quien se estableció en Basilea. Eventualmente, el delantero recibió la nacionalidad de ese país europeo y decidió defender su selección. Así llegó al Mundial, donde se ha estrenado como goleador contra el combinado de su país de nacimiento, motivo por el cual levantó los brazos en el medio del área y no celebró.
¿Qué probabilidades existían de que algo así ocurriera? Pues definitivamente no muchas, porque en la historia de las Copas del Mundo, jamás un jugador le había anotado un gol al equipo de su nación natal. Mister Chip también nos avisó de este detalle…
#SUI 1-0 #CMR (60′)#SUICMR #FIFAWorldCup #Qatar2022
‼️H I S T Ó R I C O‼️
Breel Embolo es el PRIMER jugador que le marca a su país de nacimiento en TODA la historia de la Copa del Mundo.
📝 Shaqiri, nacido en la zona kosovar de la vieja Yugoslavia, le marcó a Serbia en 2018. pic.twitter.com/vEqcxc40dQ
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) November 24, 2022
Tampoco nadie había marcado en cinco Mundiales diferentes, pero este es el tipo de récords que le gustan a Cristiano Ronaldo, quien no ha faltado a su cita con el gol en las ediciones de 2006, 2010, 2014, 2018 y 2022. En un duelo con dos caras frente a Ghana, el ariete luso anotó de penal, justo como estrenó su cuenta frente a Irán el 17 de junio del 2006, hace 16 años, cinco meses y siete días.
Ese fue el primer hecho relevante en un partido soso al inicio y electrizante al final. En el estadio de los 974 contenedores —Cristiano casi podría meter un balón en cada uno con todos los goles que ha marcado en su carrera—, Portugal jugó con fuego o, más bien, no jugó durante una hora, hasta que el árbitro Ismail Elfath, un marroquí nacionalizado estadounidense, se inventó un penal para CR7.
El atacante de 37 años no perdonó con un misil que estremeció las redes de Onana, suficiente para igualar con ocho dianas a Gerd Muller, Jurgen Klinsmann y Gabriel Batistuta como el tercer goleador en fase de grupos de los Mundiales, solo por detrás de Miroslav Klose (11) y Teófilo Cubillas (nueve). Ahora Cristiano está a un tanto de alcanzar a Eusebio en la lista de máximos artilleros de Portugal en la Copa. ¡Leyenda viva!
Por cierto, ya han jugado las 32 selecciones del Mundial de Qatar, ya hemos podido ver las fortalezas de unos y las debilidades de otros, por lo que inevitablemente empezamos a sacar cuentas de los candidatos a levantar la Copa el próximo 18 de diciembre.
Portugal, por ejemplo, sabemos que tiene pólvora, pero cuesta creer que vaya a ganar en un eventual conteo de votos. Digamos que, como mismo sucede con algunas campañas de aspirantes políticos, los lusos han falseado los resultados de las encuestas y hasta pueden haber engañado a sus seguidores con promesas que, quizás, no logren cumplir.
Nosotros, que estamos del otro lado de ese aparato mediático, podemos darle un voto de confianza o el beneficio de la duda, pero sin ilusionarnos demasiado. Si Portugal quiere ganar el primer Mundial de su historia, necesita que Bernardo Silva, Joao Cancelo, Danilo Pereira, Ruben Dias, Diogo Costa y Raphael Guerreiro no deambulen por los campos de Qatar como meras promesas de campaña.
De momento, ninguno de ellos hizo los esfuerzos necesarios por brindar una imagen a la altura de las circunstancias, lo cual dio vida a Ghana, que estuvo muy cerca de dar la clarinada. Joao Felix, Rafael Leao y Bruno Fernandes salvaron la candidatura liderada por Fernando Santos, quien ya puede ir pensando en mover mejor sus piezas si no quiere irse a casa a las primeras de cambio.
Joao anotó el gol que puso delante a Portugal y robó un balón que dio origen a la jugada del tercer tanto luso, a la cuenta de Leao. Fernandes, por su parte, dio las asistencias en esas dos jugadas separadas por unos escasos 135 segundos. Repetimos: si Portugal quiere dejar huella en Qatar, necesita que el equipo brille mucho más que unos pocos minutos.
Y si de candidatos hablamos, Brasil se ha sumado a Francia, Inglaterra y España como rival a vencer, luego de extender a 20 su cadena de partidos invictos (17 victorias y tres empates) en el debut de la Copa del Mundo. Solo marcaron dos goles, cierto, pero su capacidad para crear oportunidades con muy diversas armas fue imponente, máxime si tenemos en cuenta que enfrentaron a un rival con muchas herramientas y gran poderío físico como Serbia.
Raphinha, lejos de su mejor versión, pudo anotar hasta dos veces por la derecha, Vinicius fue un puñal por la izquierda, Casemiro astilló el palo desde la media distancia, Lucas Paquetá brilló en zona de creación, Neymar, sin excesos, se movió como un electrón libre, y Richarlison definió dos veces: primero con una diana de puro nueve cazador y luego con una tijera espectacular, desde ya candidato a gol del Mundial.
Por si fuera poco, Gabriel Jesús, Martinelli, Rodrygo y Antony nos recordaron que también hay pólvora de sobra en el banquillo, donde Tité gestiona los cromos para cumplir con la demanda popular de ganar y divertir a la torcida con jogo bonito, que es algo más que jugar bien. De momento, su candidatura ha dado pruebas de ser sostenible y fiable, aunque su principal rostro de campaña, Neymar, salió entre lágrimas y con el tobillo hinchado
¿Cuántas veces hemos tenido que llorar por una lesión de Neymar? Quizás Mister Chip nos saque ese dato…
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