Hablar de Cuba y goleadas en materia de fútbol es casi como referirse a soberanas palizas contra la Mayor de las Antillas. Sin embargo, el panorama es diferente, pues la selección nacional Sub 20 castigó (3-0) a su similar de Nicaragua en el Campeonato Premundial de la CONCACAF, que otorga cuatro boletos a la lid universal de Turquía 2013.
Tan alto como a 2 160 metros sobre el nivel del mar, en el Estadio Universitario de Lobos BUAP de Puebla, México, el once dirigido por Raúl González Triana salió con ansías de demostrar que el triunfo inicial sobre Canadá no fue obra de la casualidad, y con un vertiginoso ritmo, combinado con las habilidades individuales, lograron desarticular por completo a la escuadra pinolera.
Otra vez Maykel Reyes, estrella emergente del fútbol cubano, brilló con luz propia y ahora mismo es la sensación de la competencia, al punto que la prensa mexicana ha catalogado de excepcional su rendimiento. El ariete se ha convertido en una auténtica revelación a raíz de su estilo vistoso y el descaro con que enfrenta a los rivales, por lo general atónitos ante su cambio de ritmo y su capacidad para controlar los tiempos del partido.
Justo las destrezas del pinareño forzaron la primera oportunidad de Cuba contra los nicas, pues a la media hora penetró indetenible por la banda izquierda rumbo al arco y solo se detuvo tras una entrada a destiempo del zaguero Cristian Gutiérrez, sancionada por el colegiado.
El capitán Arturo Adrián Diz Pe cobró la pena máxima y puso delante a los criollos, que apenas tres minutos después del descanso ampliaron la diferencia por certero cabezazo del Daniel Luis Sáez, indetenible para el arquero Pablo Cuadra.
Ni sombras de fatiga mostraba el elenco tricolor, al cual parece no afectarle la altura, tal vez por los múltiples ejercicios aerobios realizados en los entrenamientos en suelo cubano, o por las muchas horas corriendo con pañuelos mojados en la nariz para provocar falta de aire y adaptarse a respirar por la boca.
Así, le ganaron la partida a los rivales, desprovistos de ideas y sin aliento ante la endiablada cadencia antillana, veloces en todos los sentidos, al punto que, pese a la diferencia mínima, nunca se sintieron amenazados por un adversario que siempre estuvo con las rodillas en la lona, rendido por semejante superioridad.
Sobre la hora el asedio aumentó y Cuba casi define, pero la vaselina de Lázaro Mezquia la devolvió el travesaño, aunque cuatro minutos después Nicaragua no navegó con tanta suerte. Yordan Cruz, una pesadilla durante toda la noche para la defensa rival, se deshizo de su marcador en el área y mandó un centro milimétrico que Maykel Reyes cabeceó con potencia hacia las redes, su tercer gol de la cita, que lo consolida como máximo artillero del evento.
El resto del choque quedó para florituras, confirmación del excelente forma deportiva de los nuestros, quienes, pese a las buenas sensaciones, solo se han vencido la mitad del trayecto, pues para acceder a uno de los cuatro boletos mundialistas en disputa deben triunfar en cuartos de final, donde chocarán ante el segundo lugar del Grupo A, que se definirá en el pleito entre Estados Unidos y Costa Rica, dos rivales de alto vuelo que exigirán el mejor de los rendimientos de nuestro once para incluirse, por primera vez, en una Copa del Mundo.