No han pasado ni cinco días desde que París 2024 descorrió sus cortinas oficialmente y algunos fanáticos cubanos del deporte empiezan a impacientarse porque la delegación antillana no ha cosechado éxitos importantes, que en el idioma nacional significa ganar medallas y no otra cosa. Pero estos son los Juegos Olímpicos y hay que tener paciencia…
Debemos partir del hecho que Cuba se presentó en la capital gala con una comitiva de 61 atletas, la más pequeña en el concierto bajo los cinco aros en los últimos 60 años. En algunas disciplinas de tradición que antes eran estandartes, como el judo, llevamos equipos muy reducidos. Para colmo, el calendario determinó que nuestras principales opciones de subir al podio se concentren en la segunda semana de competencias, lo cual aumenta todavía más la sensación de urgencia de los aficionados.
¿Quiénes tienen más posibilidades de abrir el medallero para Cuba? Es una pregunta trampa que intentaremos responder.
Nostalgia por el judo
La gente en Cuba ve el judo al inicio del calendario olímpico y no puede evitar ilusionarse. Es como un acto reflejo, a pesar de que la isla no cuenta hoy con el arsenal de antaño en los tatamis. La larguísima tradición de diez Juegos consecutivos con al menos una medalla en la disciplina pesa mucho más en la conciencia del aficionado que la realidad del deporte cubano hoy día.
Pero vienen los amaneceres sin combates de antillanos en París y los mismos fanáticos comienzan a perder la paciencia, a desilusionarse. El desasosiego es mayor cuando finalmente aparece una chica con la bandera cubana tatuada en el judogi, y pierde a los pocos segundos frente a una representante japonesa.
“¿Ganaremos algo en el judo?”, me pregunta una amiga poco después de las 4 de la madrugada este martes 30 de julio, unos minutos después de que Maylin del Toro saliera del tatami parisiense con pasaje directo a La Habana y ni una sola opción de llevarse, al menos, un diploma olímpico.
Mi impulso es decirle que sí, que algo ganaremos en Francia; pero me contengo, porque el judo no me ha transmitido las mejores sensaciones en los últimos tiempos. Tras Maylin, barrida por la japonesa Miku Takaichi, quedan las opciones de Iván Silva, Andy Granda e Idalys Ortiz, tres cartas con resultados de primer nivel en el pasado.
De todos ellos, Granda, sin ser tan mediático, es el que inspira más confianza. Con 32 años, ha demostrado ser competitivo y sabe que estos son sus Juegos. Su prueba no será fácil, de hecho, tan pronto como en su segunda seguramente enfrentará al nipón Tatsuru Saito, una reedición de la final mundial de Tashkent 2022.
¿Silva? Debuta contra Erlan Sherov, de Kirguistán, cuarto del ranking mundial. ¿Idalys? Tiene un camino empedrado, repleto de rivales que están por delante de ella en el escalafón global; pero no debemos olvidar que es una leyenda, la única judoca cubana que ha subido al podio en las dos últimas ediciones olímpicas.
Con tan pocas opciones, el destino del judo cubano en la Ciudad de la Luz puede ser cruel. Quizá no sea este deporte la mejor de las apuestas para abrir el medallero de la isla; de hecho, muchos se han resignado y creen que por primera vez desde Múnich 1972 no sacaremos ninguna presea de los tatamis olímpicos.
Los metales virtuales del boxeo
Tan pronto como el jueves 1ro de agosto el boxeo cubano puede asegurar su primera presea en los Juegos Olímpicos de París, pero será una virtual; o sea, no aparecerá en el conteo de medallas de la cita francesa. Erislandy Álvarez (63.5 kg) es el aspirante a dicho metal y para conseguirlo deberá superar en cuartos de final al tailandés Bunjong Sinsiri.
Álvarez ha sido una máquina en el Arena Paris Nord, donde ha mostrado una pegada potente y un intenso tren de pelea contra John Ume (Papúa Nueva Guinea) y Jugurtha Ait Bekka (Argelia), sus dos primeros escollos. “He subido y bajado el ritmo y la velocidad, corto el paso y regreso con golpes de fuerza y rapidez. Solo me he concentrado en seguir las indicaciones y poner en práctica lo que hacemos en los entrenamientos”, apuntó tras su segundo triunfo.
El otro pugilista cubano a un paso de colgarse un bronce virtual en los cuadriláteros parisinos es Alejandro Claro (51 kg), quien derrotó sin contratiempos en su debut al brasileño Michael Trindade, subcampeón panamericano de Santiago 2023. No obstante, su siguiente examen será frente al anfitrión Billal Bennama, tres veces medallista mundial y actual monarca de los Juegos Europeos.
Más lejos del podio están Saidel Horta (57 kg) y Arlen López (80), pues les faltan dos combates para asegurar una presea. Horta se medirá con el japonés Shudai Harada en su primera pelea y luego podría cruzar guantes con su compatriota Javier Ibáñez, quien compite por Bulgaria, en caso de que este supere también su duelo inicial contra el joven ucraniano Aider Abduraimov.
Arlen, por su parte, se mantiene como la principal opción de corona para el boxeo cubano tras el descalabro de Julio César La Cruz. El semipesado guantanamero, campeón en Río y Tokio, va por hacer historia con una tercera corona olímpica, algo que solo han logrado los antillanos Félix Savón y Teófilo Stevenson y el húngaro László Papp.
A todos sus compañeros de equipo en París, La Cruz les ha encomendado ganar una medalla por la que él perdió.
El medallero cubano lo abrirá…
Quizá sea el pronóstico más pesimista, pues no contempla premios para los judocas cubanos; pero creo que la primera medalla de la isla en París se la llevará la triplista Leyanis Pérez el sábado 3 de agosto. Un día antes la pinareña tiene señalado en el calendario su jornada de clasificación, la cual debe superar sin grandes contratiempos para pensar entonces en la batalla por el podio.
Leyanis ha sido un ejemplo de estabilidad en la temporada internacional y, contrario a otras campañas, parece haber llegado en su plena forma deportiva a los Juegos Olímpicos. La vueltabajera ha estado entre las mejores triplistas de los últimos tiempos y eso ya la ubica como una de las favoritas a medallas en París, donde, incluso, podría ir un poco más allá y pelear por el oro ahora que no competirá la fuera de serie venezolana Yulimar Rojas por una lesión.
Mi apuesta para abrir el medallero cubano en París va por Leyanis Pérez, aunque me encantaría equivocarme en los pronósticos con el judo.
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