La imagen de un Mijaín López invencible sobre el tapiz del Champs de Mars Arena en la Ciudad de la Luz quedará grabada en la historia olímpica. El pinareño ha sido el rey indiscutible de la división superior de la lucha grecorromana desde los Juegos de Beijing 2008 hasta París 2024. Culminó una obra sin precedentes en el deporte de los tackles y los desbalances que le garantizan un monumento en cualquier templo de inmortales de la disciplina.
Sin embargo, no podemos pensar que Mijaín fue un muro infranqueable durante su larguísima carrera de más de dos décadas peleando sobre los colchones. De hecho, en el palmarés del vueltabajero no figura, por ejemplo, ninguna medalla mundial en categoría juvenil, en la cual quedó noveno y octavo en las lides globales de Bucarest 1999 y Nantes 2000, respectivamente. A nivel regional solo logró el cetro en el Panamericano Junior de 2002 en Bogotá.
La gran explosión de Mijaín se vivió en la cita multideportiva continental de Santo Domingo 2003, donde derrotó al estadounidense Rulon Gardner en la discusión de la corona. Esa no fue una victoria cualquiera, pues el norteño había sido verdugo del estelar ruso Aleksandr Karelin en la final de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Desde antes de ese combate en República Dominicana, ya el pinareño era considerado uno de los exponentes más prometedores de los 120 kilogramos en la lucha grecorromana en el mundo, aunque ya para esa fecha había sumado algunas derrotas en la arena internacional.
En este artículo tratamos de rebobinar los casetes y buscar quiénes fueron los afortunados que lograron superar a Mijaín en eventos de mayores, dígase Juegos Olímpicos, Mundiales o Panamericanos. La lista, como supusimos, no es demasiado larga.
Xenofon Koutsioumpas (Grecia)
En diciembre de 2001, cuando todavía tenía 19 años, Mijaín López afrontó su primera experiencia en un Mundial de mayores en la ciudad griega de Patras. Entonces el antillano se presentaba como el sucesor de Héctor Milián y eso no le pesó de inicio, pues logró victorias sobre el checo David Vála y el kazajo Yerlan Oskeyev en las rondas preliminares.
Ya en cuartos de final no pudo mantener el ritmo frente al anfitrión Xenofon Koutsioumpas, otro joven de 21 años aupado por la fanaticada local en el Dimitris Tofalos Arena. Con pizarra de 6-1 se impuso el griego a Mijaín, en la que sería su primera derrota en un certamen de máxima envergadura. A la postre, el luchador helénico perdió en semifinales ante el húngaro Mihály Deák-Bárdos y en la discusión del bronce se impuso al búlgaro Sergei Mureiko.
Ese fue el mejor resultado en la carrera de Koutsioumpas, que obtuvo el cuarto y quinto lugar, por ese orden, en los Mundiales de 2002 y 2003. Además, conquistó la corona en los Juegos Mediterráneos de 2005, un año después de representar a su país en los Juegos Olímpicos de Atenas. Este fue uno de los pocos rivales ante el cual Mijaín no pudo desquitarse.
Yury Patrikeyev (Rusia)
Solo un mes después de cumplir 20 años, Mijaín vivió su segunda aventura mundialista en el Universal Sports Hall CSKA de Moscú, donde se efectuó la lid del orbe de 2002. Un poco más curtido y con las victorias en el Panamericano de la disciplina y el Grand Prix de Dortmund, Alemania, el cubano se presentó en la capital rusa para intentar dar la clarinada.
Sin embargo, su recorrido fue incluso más corto que el de su primer Mundial, pues en las preliminares derrotó 4-0 al búlgaro Mureiko y sucumbió luego contra el anfitrión Yury Patrikeyev, un guerrero que para esa fecha ya era campeón europeo. Ese fracaso lo eliminó de cualquier posibilidad de avanzar en el Mundial de Moscú.
Como mismo le pasó en el Mundial anterior a Koutsioumpas —primer verdugo de Mijaín en estas citas—, Patrikeyev avanzó a semifinales y en esa instancia perdió ante el húngaro Bárdos. No obstante, el ruso se impuso precisamente al griego en la pelea por la medalla de bronce.
Poco tiempo después, en 2005, Patrikeyev decidió cambiar su nacionalidad y comenzó a competir por Armenia, nación con la que ganó dos títulos y cuatro preseas en Campeonatos Europeos, dos medallas del orbe y el bronce olímpico de Beijing 2008.
Mijaín tuvo su revancha contra el europeo, pues lo venció tres veces en Campeonatos Mundiales, incluida la final de 2010, así como en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Dremiel Byers (Estados Unidos)
Mijaín sabía desde muy temprano en su carrera que para instalarse en la élite de la lucha greco tendría que primero imponer respeto a nivel continental, específicamente contra dos rivales estadounidenses que ya habían escalado a lo más alto del podio en lides de máximo nivel: Dremiel Byers, campeón mundial de Moscú 2002, y Rulon Gardner, monarca de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
El encuentro con Gardner demoraría en darse hasta los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, pero el pinareño tendría la oportunidad de cruzarse regularmente con Byers a partir de 2002. Ese año, en la cita continental de la disciplina, Mijaín lo derrotó en Maracaibo, Venezuela, solo unos meses antes de que el norteño lograra su corona del orbe en la capital rusa.
Pero en la siguiente temporada, Byers tomó desquite en el Panamericano de luchas organizado en Ciudad Guatemala, donde igualmente se vieron las caras en la discusión del título. Ese fue el único centro continental del estadounidense en su carrera, la cual después estuvo marcada justo por las derrotas ante Mijaín en dos torneos celebrados en Río de Janeiro: Panamericano de la disciplina en 2006 y Juegos Panamericanos de 2007.
De cualquier manera, no podemos pensar que Byers fue un rival flojo por el hecho de perder en tres ocasiones contra Mijaín. El norteño ganó tres medallas mundiales (oro en 2002, bronce en 2007 y plata en 2009), algo que solo un atleta del estilo clásico (Matt Ghaffari) había conseguido en la historia de este deporte en Estados Unidos. Además, desde 2015 fue exaltado al Salón de la Fama de la lucha en su país.
Juha Ahokas (Finlandia)
Dos meses después de su sonada victoria contra Rulon Gardner en los Panamericanos de Santo Domingo 2003, Mijaín viajó a su tercer Mundial en Créteil, Francia, donde su nombre, como es lógico, ya sonaba con más fuerza. El hecho de derrotar al verdugo de Karelin y vigente campeón olímpico lo colocaba entre los rivales de cuidado para cualquier participante en la división de 120 kilogramos.
Pero esta experiencia en la cita del orbe también fue corta para el pinareño, que comenzó perdiendo con Juha Ahokas (Finlandia), un experimentado luchador de 34 años que disputó sus primeros Juegos Olímpicos en 1988, cuando Mijaín estaba todavía en el círculo infantil.
El finlandés, que esa misma temporada había logrado por fin ascender al trono continental tras vencer por el oro al húngaro Mihály Deák-Bárdos, superó a Mijaín por cerrada pizarra de 4-2 en preliminares. En dicha instancia ambos vencieron al georgiano Mirian Giorgadze, por lo que el gladiador europeo se quedó con el boleto a la siguiente fase y el cubano fue eliminado.
Ya en duelos de vida o muerte, Bárdos tomó desquite del certamen continental y dejó a Ahokas sin opciones de disputar medallas en el Mundial de Créteil. De esta manera, los tres rivales que derrotaron a Mijaín en los Mundiales de 2001, 2002 y 2003 fueron después desbancados por un mismo atleta: Mihály Deák-Bárdos.
Sobre Ahokas, es válido destacar su participación en cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos y sus cuatro podios en Campeonatos Europeos (un oro, dos platas y un bronce). Después de su victoria en 2003 contra Mijaín, el finlandés solo se cruzó con el cubano una vez más y perdió por pegada en la cita global de 2005 en Budapest.
Khasan Baroev (Rusia)
Uno de los nombres más recurrentes en la carrera de Mijaín y también uno de sus rivales más duros. Cuando solo tenía 21 años, Baroev ya era campeón mundial y olímpico, por lo que en Rusia no tardaron en visualizarlo como el relevo natural del gran Aleksandr Karelin. De inicio, el chico nacido en el corazón de la Unión Soviética en 1982 no decepcionó, pero su estrella se apagó pronto.
El pinareño, nacido en el mismo año que Baroev, sufrió sus embates en los compases iniciales de la carrera de ambos. En los Juegos Olímpicos de Atenas, el ruso lo derrotó 2-0 en cuartos de final y lo eliminó de la lucha por las medallas, mientras en el Mundial de 2006 en Guangzhou, China, lo desbancó en la discusión de la corona con aplastante pizarra de 12-0, justo después de que el cubano arrasara a cuatro rivales con 40 puntos a favor y ninguno en contra.
Tras esos primeros encuentros parecía que Baroev lograría una especie de dominio sobre el Gigante de Herradura, pero en el Mundial de 2007 en Bakú consiguió cortar la racha triunfal del ruso en la final y se agenció el segundo de sus cinco cetros del orbe.
No obstante, a principios de 2008 Baroev volvió a la carga y derrotó a Mijaín en el torneo Ivan Poddubny, solo siete meses antes de los Juegos de Beijing. Afortunadamente, el pinareño aprendió de todas esas experiencias y se desquitó a lo grande con su primera corona olímpica en la capital china, donde no dio margen al ruso en la final.
Baroev, como ya decíamos, no tuvo un recorrido tan largo sobre los colchones. Su última gran competencia fueron los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde cayó en su primera presentación. Ni siquiera había cumplido 30 años. Solo en una campaña antes de esa cita bajo los cinco aros en la capital británica había sido campeón europeo: en Dortmund, Alemania, pero ya su carrera estaba resentida por el caso de dopaje que le hizo perder el subtítulo olímpico de Beijing.
Al margen de sus logros y su resonado positivo por consumo de sustancias prohibidas (turinabol), Baroev será siempre recordado como el primer y único luchador que derrotó a Mijaín López en seis ediciones de los Juegos Olímpicos.
Rıza Kayaalp (Turquía)
El último gran rival en la carrera de Mijaín López fue el turco Rıza Kayaalp, una mole humana que justo a golpe de fuerza logró derrotar dos veces al gigante pinareño. El duelo particular entre ambos comenzó en el ya lejano 2009, específicamente en el Campeonato Mundial de Herning, Dinamarca, donde el antillano tuvo que sudar para vencer al joven otomano por pizarra de 2-0.
Aunque Kayaalp acababa de cumplir 20 años, mostraba un arsenal capaz de hacer tambalear el reinado de Mijaín, quien para ese momento ya era campeón olímpico y triple monarca del orbe. Y en efecto, tan solo dos almanaques después, en el Mundial de Estambul 2011, el turco aprovechó el apoyo de la multitud en el Sinan Erdem Dome y desbancó en al vueltabajero en la pelea por la corona global.
Fue una victoria inapelable de Kayaalp, quien enseguida se postuló para destronar a Mijaín en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Sin embargo, en el concierto bajo los cinco aros el cubano volvió a imponer su clase y derrotó a su joven rival en semifinales, para luego superar al estonio Heiki Nabi y quedarse con su segundo título estival.
La supremacía de Mijaín sobre el turco continuó en el Mundial de 2014 en Tashkent, Uzbekistán. Allí ambos avanzaron a la final sin dar libertades a sus oponentes —Kayaalp no permitió puntos en tres combates y López logró 25 unidades a favor y dos en contra en cuatro peleas—, por lo que la mesa estaba servida para un choque de trenes. Y por tercera ocasión el cubano se impuso con ajustado marcador de 2-0 y certificó su quinta y última medalla de oro en campeonatos del orbe.
Kayaalp poco a poco fue madurando y en el Orleans Arena de Las Vegas, Estados Unidos, tomó venganza en el Mundial de 2015. Este fue un torneo perfecto para el turco, quien en cinco duelos no permitió ningún punto a sus rivales y marcó 25. Contra Mijaín se cruzó en la final y lo derrotó por la mínima (1-0) en un combate muy táctico y de muchísimo desgaste físico.
De nuevo el otomano salía airoso un año antes de los Juegos Olímpicos, lo que hacía sospechar que podía impedir que Mijaín lograra su tercera corona seguida en citas estivales. No obstante, el cubano llegó a Río de Janeiro en una forma envidiable y arrasó con Kayaalp en la final, incluida una decisiva acción de cuatro puntos que puso a volar al turco en la Arena Carioca de Barra de Tijuca.
Tras esta épica victoria, Mijaín no volvió a cruzarse con el turco en un gran torneo hasta las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio. Habían pasado cinco años, el antillano estaba a punto de cumplir 39 y muchos dudaban que pudiera rendir al máximo, sobre todo después de la incertidumbre que generó la pandemia de coronavirus. Pero el Gigante de Herradura no creyó en nada ni en nadie y de nuevo pasó por encima de Kayaalp en semifinales.
París 2024 pudo marcar un “último baile” entre ambos, pero Kayaalp no pudo participar, luego de ser suspendido por la Agencia Mundial Antidopaje, que encontró una sustancia prohibida en la medicación que consumía como parte de un tratamiento supervisado.