Cuando eres un jugador de béisbol debes estar preparado para lo mejor y lo peor. De esa naturaleza de altibajos e intermitencias se nutre un juego tan cambiante y dialectico. Odrisamer Despaigne, el pitcher de la gorra virada, el único que no lanzó en el Clásico Mundial del 2013, el que fue cambiado de San Diego a Baltimore el pasado invierno es el más consciente de lo que puede ocurrir o no en el béisbol.
Desde que arrancó el 2016, el derecho que una vez fuera el as de Industriales fue asignado a Norfolk, Triple A de Baltimore. Allí tuvo que lidiar con un inicio de 0-5, en cinco aperturas maltrechas.
Su efectividad fue mejorando y a pesar de terminar en AAA con 1-9, 3.87 de ERA, sus lanzamientos fueron mejorando en localización y fue subido al equipo grande.
“La verdad que solo tuve tres salidas malas en Triple-A. Lo que en esas tres me hicieron más de 15 limpias y en las restantes 9 o 10 salidas permití dos o menos siempre. Llevaba casi un año sin abrir juegos y al principio cuesta un poco”, dijo a OnCuba el derecho.
Tras algunas salidas afortunadas y mantener su promedio por debajo de dos carreras, fue bateado en sus dos últimos partidos y bajado de vuelta a AAA.
“Eso es parte del negocio aquí, Mientras tenga opciones me pueden bajar y subir cuando quieran”, añadió.
Baltimore y su GM Dan Duquette no se han caracterizado por tener paciencia con los cubanos. Dariel Álvarez solo tuvo un ascenso en 2016, cambiaron a Miranda a Seattle, Henry Urrutia bateando más de 300 en AA sin subir de nivel cuando llegó la noticia no sorprendente para mí de la puesta en asignación a Despaigne el 5 de septiembre.
¿Pero qué pasó? Ocurrió lo que a veces sucede en el béisbol: el renacimiento. Y los Miami Marlins clamaron en waivers a Despaigne añadiéndolo a su roster. “Yo pensaba que la temporada se había acabado para mí aparece el equipo de la ciudad donde vivo y el estadio donde mejor me he sentido en Estados Unidos que me hace sentir como en el Latino” me confiesa.
Producto de sus carencias en el bullpen, los Marlins necesitaban a Odrisamer y este necesitaba un espacio donde demostrar que aún puede ser un lanzador de Grandes Ligas. Debe bajar su tasa de boletos 12.3 % y volver a localizar su gran poder de generar rodados (en sus dos primeras temporadas 52.1% y 50.5 %) y en 2016 solo 38.2%.
La gran explicación a esta constante reside en que Despaigne está lanzando tan rápido como nunca antes en las Mayores 92.8 mph en su recta y 89.4 en su cutter, este incremente le pudo llevar a descuidar la localización y privilegiar más el poder.
Ahora en Miami, Despaigne tiene la sensación de encontrarse a sí mismo. El derecho de 29 años será elegible a arbitraje en 2018 y agente libre en 2021. Aún queda tiempo para desafiar al tiempo. El guerrero acepta la apuesta aunque tenga incertidumbre. El poder está en su mano nuevamente. A fin de cuentas, el pitcher es quien controla el juego. Nada ha terminado para Odrisamer.
El jugador de la semana: Kendrys Morales. Fue elegido jugador de la semana en la Liga Americana por segunda vez en la temporada (26 de junio al 3 de julio, la anterior). En septiembre Kendrys ha bateado 346 de AVE, con cinco jonrones y 17 impulsadas. Nunca antes había sido jugador de la semana dos veces en una misma temporada.
Lo más negativo: Aun los Indios de Cleveland no promueven a Yandy Diaz a MLB.
El dilema: José Abreu es un talento consumado. Él lo ha dejado claro en los últimos dos meses cuando transformó su rendimiento en la temporada que peor inició de sus tres en Grandes Ligas. Ahora mismo batea 300 exactamente, 342 en la segunda mitad del año. Entre agosto y septiembre acumula 13 jonrones con 39 remolques y batea 394/423/636 mientras va camino a ser jugador del mes. Hace dos semanas disparó el jonrón más largo nunca antes visto en Target Field (terreno de los Twins) a 469 pies por el jardín izquierdo. Tal vez no haga su tercera temporada seguida con más de 30 jonrones (24) y 100 impulsadas (95) pero Pito es el bateador cubano más estable desde que llegó a la liga en 2014. No existen dilemas con él.
Lo extraño pero real: Ariel Miranda fue cambiado a Seattle por Wade Miley. El actual GM de Baltimore Dan Duquette debe estar lamentándose en su oficina pues Miranda acumula (4-1, 3.63) desde que llegó a los Marineros y en cambio Miley acumula (1-5, 8.41) desde que lanza con los chicos de Camden Yard. Nunca sabes que puede pasar.
La frase: “No creo que estén preparados para que un equipo donde muchos jugadores están fuera de Cuba sea el que le dé una alegría como esa al pueblo que tanto desea que esto pase”, dijo Odrisamer Despaigne sobre el equipo Cuba unificado y la posibilidad casi nula de que Cuba acepte a los jugadores de Grandes Ligas para el 2017.
No veo a Odrisamer como un pitcher de grandes ligas,pero ha recibido una oportunidad y es ahora o nunca
Si no aceptan a los peloteros que están afuera, vamos a hacer un equipo con los peloteros que están eafuera y vamos invitar a los que están en Cuba que quieran jugar, dirigidos por Pacheco o cualquier otro que esté en Cuba y quiera dirigir al equipo cubano de afuera, que en definitiva es lo que el pueblo quiere y de esta forma acabamos con tanto rencor, odio y política en el deporte.
Asi que ya no te pones la gorra de lado…Entonces no eras tan original nah!!1
al parecer van a blanquear a los desertores cuando permitan que pitu abreu que salio del pais de manera ilegal retorne con su residencia yankee.es muy peligroso pues la hemorragia podria ser incontenible pues ya no puedes confiar en los valores patrioticos de ninguno