La campeona olímpica de Londres, Idalys Ortiz , salvó a Cuba de una sequía en el medallero del Campeonato Mundial de Judo en Tokio y en el último día de la competición individual conquistó la medalla de plata en la división superpesada.
Con este galardón Ortiz, 29 años, se confirmó entre las cinco principales esperanzas olímpicas de la delegación cubana dentro de 11 meses en la capital japonesa.
La artemiseña de más de 78 kg , con ocho medallas mundiales entre ellas dos de oro, sucumbió únicamente ante el actual fenómeno del judo nipón en mujeres, Akira Sone, de 19 años, que se convirtió en la campeona mundial más joven de todos los tiempos.
El combate terminó igualado en tiempo reglamentario. Ya en la llamada “regla de oro”, Ortiz, que buscaba su tercera corona, fue penalizada por salirse del área y descalificada consecuentemente.
Según el sitio oficial de la Federación Internacional de Judo (FIJ), la cubana accedió a la final tras vencer a Mónica Sagna (Senegal), Ortence Mballa (Camerún), Beatriz Souza (Brasil) y en semifinales a María Suelen Alteman (Brasil) por wazari.
La laureada actuación de Ortiz ,convertida en Lima 2019 en tricampeona de Juegos Panamericanos, y su posible cuarta medalla olímpica en Tokio, la pondría en posición de discutirle la distinción de mejor judoca cubana de todos los tiempos a Driulis González, hoy entrenadora del equipo nacional.
Este domingo concluirá el Mundial, dominado por Japón y seguido de Francia en el torneo por equipos.