Ernesto Molinet no jugó más en Cuba después del año 2013. No se retiró. Continuó el movimiento y buscó nuevas oportunidades fuera de Cuba. “Otro día, otra oportunidad”, dice el refrán.
Molinet fue, tal vez, el bateador más integral y talentoso del recordado equipo de La Habana. Tuvo dos temporadas de 18 jonrones, una línea ofensiva de 300. / 418. / 473 en 11 temporadas y fue más que recordado por un error en el cuarto choque de la final ante Villa Clara que costó el partido. Al día siguiente, La Habana se coronaba en Santa Clara y Molinet dio jonrón en ese quinto desafío.
“Fue uno de mis mejores momentos en mi carrera”, recuerda.
En el presente, el natural de Santa Cruz del Norte juega para los Bravos de Agujita en la Liga del Norte de Coahuila en México. Ya Molinet fue líder de jonrones en la temporada de 2016 cuando sonó seis vuelacercas. Por el momento, el versátil jugador cuenta con 32 años y sigue aprovechando cada oportunidad dentro del juego.
“La decisión de buscar suerte en otro béisbol estaba más que pensada desde mucho tiempo atrás, pues en Cuba hay una sola ilusión que es hacer el equipo nacional. Y por mucho que hice y me prometieron, nunca tuve esa posibilidad”, dijo Molinet a OnCuba.
En 2014 irrumpió en el béisbol profesional firmando con los Cañeros de los Mochis en la Liga Mexicana del Pacífico.
“Los Cañeros de los Mochis fue una experiencia inolvidable ya que es béisbol profesional y la mejor liga de México. Llegué a través de unos de los mejores mánager del béisbol cubano que no quiero decir su nombre, no vaya a ser que le ocasione algún problema y me dieron la posibilidad de ir a pre-temporada pero sin ningún interés sobre mí, al irme tan bien decidieron dejarme en el equipo y así fue que llegué al béisbol profesional de México”, confiesa.
Molinet bateó en 45 juegos para 252./ 331./ 356, con dos cuadrangulares, ocho dobles y 11 impulsadas. Allí compartió equipo con el tunero Joan Carlos Pedroso.
El ejemplo del habanero en la emigración del béisbol cubano es demostrativo de que no todos los beisbolistas buscan el rumbo MLB. Molinet, Irait Chirino, Pedroso, Maikel Cáceres, Yosvani Peraza o Norberto González fueron a otras ligas a buscar un apoyo económico y ser más valorados de los que eran en su país.
“Planes inmediato no tengo. Soy de los que piensa en el presente, las cosas caerán siempre por su propio peso y se encargan de acomodarse solas”, dice.
No descarta la posibilidad de volver algún día con su equipo, ahora Mayabeque.
“Sí me gustaría volver a jugar en Cuba, de ahí soy y siempre seré. Le tengo que agradecer mucho a la calidad del béisbol cubano”.
En la Liga del Norte de Coahuila juegan otros cubanos además de Molinet. José Carlos Thompson fue líder bateador en 2016, con 418 de average. Allá también han jugado Reinier Casanova, Maikel Serrano, José Carlos Grifith, Amaury Cazañas, Osdany Montero y muchos más.
“La Liga que juego es una Liga regional del Norte de Coahuila, donde cada equipo traía 4 extranjeros cuando recién comenzaba yo hace dos años ahora solo traen dos. Se ha hecho muy difícil para el pelotero extranjero y como tal para nosotros los cubanos. Tuve tuve la posibilidad de reencontrarme con muchos aquí y otros que no conocía, pero como cubanos al fin, siempre nos alegra ver uno de los tuyos en donde quiera que estés”.
Molinet continuará su paso en el béisbol fuera o dentro de Cuba. Solo quiere jugar con su energía de siempre, aprender de los errores y corregirlos para seguir aprovechando las oportunidades.
El jugador de la semana: Osniel Madera. El pinareño se desempeña en la Liga del Norte de México (Freseros de San Quintín) y está destrozando el nivel al punto de reinar en casi todos los departamentos ofensivos: hits (66), dobles (18), jonrones (11) e impulsadas (43). El hijo de Lázaro Madera, se encuentra allí esperando pronto su promoción a la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
Lo más negativo: El despido otros dos cubanos con sus equipos de MLB. Esta semana que pasó los Marlins dejaron en libertad a Raudel Lazo y los Filis de Filadelfia a Dariel Hinojosa.
El dilema: En la hora de hoy no existe en ejemplo de bateador más maduro en MLB que José Abreu. Él nunca ha bateado menos de 290 en Grandes Ligas. Después de pegar dos jonrones en abril, levantó a ocho en mayo. ¿Podrá pasar Abreu al próximo nivel y acercarse a ser un bateador con calibre de MVP? Esas son las líneas que ahora dividen su dilema.
Lo extraño pero real: Alfredo Despaigne está en su mejor nivel como bateador en Japón. Ahora mismo tiene 14 vuelacercas en 48 juegos, cuando la temporada anterior logró 24 en 134 encuentros. De mantener su paso podrá tocar los 36 que dio en una temporada, marca más alta de su carrera.
La frase: “Soy optimista con lo que tengo. Creo que vamos a clasificar entre los cuatro primeros de la etapa, e inclusive aspiro a una cifra de victorias próxima a las treinta” dijo Pedro Luis Lazo sobre la preparación de Pinar del Río para la nueva temporada del béisbol cubano.
Otro regalo para los amantes del beisbol,gracias.
“no todos los beisbolistas buscan el rumbo MLB”. Claro, no tienen para eso. O no están dispuestos a pasar calvarios.
Ernesto Molinet era out por regla, solo bateó decentemente en una o dos temporadas de como 10 que tuvo en Cuba. 252 no es buen promedio ni en la liga japonesa de gran pitcheo.
José Abreu era y es un ponche andante, el que de batazos no quiere decir que impluse, mucho menos que impulse ventaja o empate.
¿Cosa extraña la entrada a palos de Despaigne en Japón? Ese si es un pelotero que la da a la hora buena. Ni Cepeda, ni Yulieski, ni nadie, pudo darla en Japón como la ha dado y está dando él. Todo lo otro es area verde (Osniel Madera, Joan outporregla Carlos Pedroso, Candelita apagada, etc).