Otra jornada en la que solo faltó escalar el último peldaño. No obstante, esta medalla de plata también es motivo de regocijo para los seguidores de la lucha cubana. Reineris Salas, “el gimnasta”, tuvo un regreso mundialista de lujo al agenciarse el segundo lugar en la división de -84kg correspondiente a los mundiales de la disciplina, que se celebran en el Palacio de los Deportes Lazlo Papp, en Budapest, Hungría. Entre ayer y hoy, dos podios que han comenzado a deshacer pronósticos poco halagüeños.
Previo a la cita éramos muchos los escépticos, al igual que las causas que se daban la mano para provocar este estado de duda. Acudíamos con equipos incompletos en ambos estilos y entre las chicas; el fogueo internacional había brillado por su ausencia; y para colmo de males las bases de entrenamiento que de cara a lides anteriores se efectuaban en Europa, esta vez no habían formado parte de la agenda de preparación. Razones de sobra para dejar a un lado vaticinios favorables y mejor sentarse a esperar.
Para beneplácito de todos, la historia que están contando los gladiadores de la isla en colchones magyares va por buen camino. Démosle un vistazo entonces a lo acontecido con ese muchacho que una vez anduvo entre arzones, anillas y barras fijas. Si ayer el también plateado Liván López (66kg) tuvo que batirse con una armada compuesta casi en su totalidad por luchadores asiáticos, hoy hubo mayoría europea entre los retadores de Reineris. En su debut venció por 4-0 al uzbeko Zaurbek Sokhiev (campeón mundial del 2009) y minutos después le repitió la dosis, esta vez, 3-1 al alemán Gabriel Seregelyi, decimoquinto del listado mundial.
En cuartos de final su víctima fue el iraní Ehsan Naser Lashgari, quien por cierto había vencido en su pelea anterior al número uno del ranking, el georgiano Dato Marsagishvili. Ya por el pase a la discusión del título, Reineris detuvo el ímpetu de otro representante del Viejo Continente, al dominar 3-1 al español de origen ruso Taimuraz Friev.
La final fue un combate revancha del mundial celebrado en Moscú en el año 2010. Allí Reineris no había tenido que sudar el mayo, al derrotar, discutiendo bronce, al ucraniano Ibragim Aldatov. En esta ocasión si hubo choque de trenes y salió airoso 8-1 el europeo, con lo cual se aseguró el primado de la división.
Felicidades a Reineris por este subtítulo, que cobra mayor dimensión si tenemos en cuenta que este muchacho estuvo separado un tiempo de la preselección nacional por indisciplina, logró mantener la motivación y el deseo de retomar la ruta trazada en su historia de vida, y en los últimos meses se batió bien duro para establecerse de nuevo como primera figura de la isla en los -84kg.
Ya son dos los muchachos del profesor Julio Mendieta que han estado a solo un paso de salir tarareando “…el oro es mío, repártanse…”. Con estas magníficas actuaciones Cuba logra mantener la seguidilla iniciada en 1982 de 24 campeonatos mundiales obteniendo al menos una medalla sumando ambos estilos, ¡casi nada¡, qué creen? Desde Oncuba seguiremos al tanto de su quehacer.
El cubano siempre ha sido un tipo luchador