Con la herida de la derrota todavía fresca, los Domadores de Cuba saldrán esta noche al Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana. En la esquina opuesta tendrán a unos Tigres de Uzbekistán que ya les propinaron un zarpazo en el primer match de cuartos de final de la VII Serie Mundial de Boxeo.
En aquel duelo, escenificado una semana atrás en la ciudad uzbeka de Samarkanda, el C-1 de los felinos (49, 56, 64, 75 y 91 kilogramos) golpeó al de los cubanos 3 victorias a 2. El resultado, inesperado para algunos, confirmó la pujanza de una escuadra que desbancó a Cuba en la pugna por el título olímpico en Río 2016 y acaba de barrer en el campeonato masculino de Asia, con 9 medallas de oro de 10 posibles.
Ahora, con el formato C-2 (52, 60, 69, 81 y + 91 kilogramos), los Domadores van por la revancha y el pase a semifinales. Para lograrlo deben vencer a sus rivales al menos 4 triunfos a 1. Una victoria 3 a 2 igualaría el match entre ambos conjuntos y obligaría a una pelea de desempate, que en esta ocasión está prevista para la división superpersada.
El cuerpo técnico cubano no quiere sorpresas y convocó a sus mejores cartas. Sin embargo, enfrente no encontrarán ningún manjar. A diferencia del año pasado, cuando prescindieron de varias figuras y fueron barridos en semifinales por los caribeños, los uzbekos trajeron a La Habana toda su dinamita.
Medallistas olímpicos y mundiales de uno y otro bando alumbrarán el cuadrilátero habanero. El espectáculo parece garantizado y la porfía también.
En 52 kilogramos, el espirituano Yosbany Veitía, subtitular mundial en Doha 2015, cruzará guantes con Jasurbek Latipov, plateado del orbe en Almaty 2013 y con experiencia en el circuito AIBA Pro Boxing. Ambos son fajadores y cualquier pronóstico resulta una audacia.
En los pesos ligeros (60 kilogramos) el tres veces monarca del orbe, Lázaro Álvarez, se verá nuevamente las caras con Elnur Abduraimov. El “Príncipe” pinareño apenas ha peleado este año a causa de su sanción y no deberá confiarse frente a un bronce planetario aunque antes lo haya derrotado dos veces: en Doha 2015 y en la Serie Mundial pasada.
El también vueltabajero Rosniel Iglesias ha mostrado en 2017 su mejor versión, pero su rival de turno ya sabe lo que es vencerlo. Shakhram Giyasov derrotó al 69 kilogramos de los Domadores en Río 2016 y, además, se colgó al cuello la plata olímpica, lo que no es poca cosa. Esta pelea tiene el sabor picante de la venganza.
En los 81 kilogramos Cuba tiene a su hombre proa. No por gusto Julio César La Cruz archiva tres títulos mundiales y la corona en Río de Janeiro. Su oponente será Bektemir Melikuziev, plata mundial y olímpica en la división inferior. El favorito de todos es el camagüeyano, pero el Melikuziev tiene hambre de victoria y un año más de experiencia en el ring. Cuidado.
Los superpesados son una incógnita. El santiaguero José Ángel Larduet lidera el ranking del torneo pero no ha peleado hasta ahora con ningún euroasiático. En la esquina contraria estará Bakhodir Jalolov, bronce mundial en Doha, quien por demás le saca varios centímetros. Una victoria del uzbeko podría forzar el desempate.
Si ello ocurriera, los Domadores dependerán de Yoandry Toirac y los Tigres de Mirzobek Khasanov. El capitalino no ha combatido en esta Serie y el asiático acumula una sola victoria: por unanimidad frente al ruso Artem Suslenkov. Como precedente podría citarse la derrota del uzbeko frente a Erislandy Savón en los 91 kilogramos, en la semifinal de 2016. Pero Toirac no es Savón.
Los protagonistas
En el pesaje y la conferencia de prensa previa al tope, cubanos y uzbekos mostraban rostros totalmente distintos: los Domadores lucían confiados y animosos; los Tigres, callados y serenos.
El jefe técnico de Cuba, Rolando Acebal, es consciente de la complejidad del match pero no ofrece margen a la derrota. “Vamos a pelear contra rivales de mucha calidad, los más fuertes que hemos tenido en esta Serie, pero los nuestros tienen nivel para vencerlos, comenta. Estamos bien preparados desde el punto de vista físico y psicológico. Hay una gran disposición en el equipo y no esperamos otra cosa que la victoria”.
Acebal piensa que no será necesario el desempate, pero de ser así asegura que Toirac está listo para el desafío: “Se ha venido preparando bien, a la par de Larduet, y estamos confiados de que si debe subir al ring ganará su combate”.
El capitán cubano, Julio César La Cruz, es más categórico sobre el resultado de este viernes: “Vamos por el 5 a 0”.
“Todos los combates van a ser difíciles, va a haber mucha rivalidad, opina ‘La Sombra’. Ellos están en busca de su sueño, pero no creo que su palmarés sea más grande que el nuestro. Los Domadores estamos seguros y enfocados, y tenemos la ventaja de pelear en nuestra casa, frente a nuestra gente. Eso lleva un respeto. Mañana el triunfo será de nosotros”.
Por su parte, el entrenador de los Tigres, Tulkin Kilichev, afirma que sus hombres aspiran a destronar a los cubanos. “Vinimos a hacer historia”, confirma, al tiempo que cree improbable una barrida de uno u otro equipo. “Respetamos la historia y la calidad del boxeo cubano, dice Kilichev, pero venimos en forma del campeonato de Asia y creo que podemos ganar el tope. El ring tendrá la palabra final”.
Quien venza en el match de La Habana enfrentará en semifinales al ganador del encuentro entre Truenos de Italia y Heroicos de Colombia. Los europeos van al frente, tras su victoria 3-2 como anfitriones la semana anterior.
Por el otro lado del organigrama, los Astaná Arlans de Kazajstán y los Gallos Luchadores de Francia lideran también 3-2 sus topes respectivos contra los Patriotas de Rusia y los Corazones de León británicos.
Los Domadores de Cuba son los actuales campeones de la Serie Mundial, luego de su victoria en la final de 2016 frente a la franquicia de Gran Bretaña. Hasta el momento, en sus tres participaciones en el evento los cubanos han logrado dos coronas y un subtítulo. De caer frente a los Tigres de Uzbekistán, los cubanos se perderían la final por primera vez.
Sin dudas que Lazarito Alvarez gana, ya se quitó el bijol de la cabeza, y seguro que regañó al padrino…