Hace poco más de tres semanas el seleccionador nacional de béisbol de Cuba, Víctor Mesa, reveló la lista preliminar de jugadores que representarían a Cuba en el III Clásico Mundial, la cual provocó gran revuelo en la prensa especializada por la insensata exclusión de varias figuras claves y bateadores de poder.
Aquí, en OnCuba, publicamos un artículo en el que analizábamos, desde nuestro ángulo, las torpezas de aquella convocatoria al magno certamen beisbolero -previsto del 2 al 19 del mes próximo- y también, humildemente, exigíamos cambios por el bien mayor: la coronación del equipo Cuba.
Pues bien, el timonel cubano modificó la fórmula y apoyó nuestra tesis que planteaba la necesidad de incluir bateadores de fuerza y un utility fiable en la nómina, además de la obligatoriedad de llamar a filas al derecho Yadier Pedroso, considerado desde hace par de años el mejor lanzador del país sin discusión alguna.
La víspera convocó –al anunciarse la nómina definitiva al Clásico- al receptor Yosvani Peraza y al jardinero Yasmani Tomás (también juega de antesalista), dos jugadores de una fuerza al bate descomunal, en detrimento del máscara defensivo Yulexis La Rosa y el guardabosques Yadiel Hernández, insertados ambos de manera incomprensible en la lista preliminar.
Asimismo, subió al equipo al utility Raúl González, en mi criterio, un pelotero infravalorado pese a defender la segunda y tercera bases, el campo corto y el jardín derecho con excelentes niveles de eficiencia. Esta compleja posición estaba huérfana en la convocatoria anterior y hasta un niño podía señalar el error.
En el capítulo de aciertos, Víctor Mesa también agregó varios en el área de los lanzadores, principalmente con la inclusión de Yadier Pedroso, quien curiosamente alcanzó su forma óptima en menos de tres semanas (digo curiosamente porque lo habían dejado fuera del equipo, con la justificación de un supuesto mal estado físico, aunque es de lejos el mejor pitcher de Cuba).
Además del veloz serpentinero de 26 años también subieron al avión al zurdo Leandro Martínez y al taponero derecho Diosdani Castillo, dos tiradores que sin duda tendrán su oportunidad en el Clásico pero que, a priori, marchan en la comitiva en roles secundarios.
Todavía resuenan en nuestros oídos el nombre de Vicyohandri Odelín en el listado inicial, aunque por suerte la cordura y la sabiduría dijeron presente, y se desechó esa opción, inexplicable por demás, ya que hablamos de un lanzador de pésimo rendimiento en la Serie Nacional, a tal extremo que jugará en Segunda División con Camagüey, tras quedar fuera de los 40 refuerzos pedidos por los ocho equipos clasificados a la próxima fase del torneo.
Todo el buen juicio y las rectificaciones quedaron opacos con la exclusión del jardinero Rusney Castillo, líder de los bateadores de la Copa Mundial de Panamá-2011 y uno de los jugadores con mayores potencialidades del país, dueño de tres herramientas bien desarrolladas.
Castillo atraviesa por un slump ofensivo, según la versión oficial, y queda fuera del equipo. Sin embargo, los directivos de la novena obviaron los bajones al bate de Guillermo Heredia y Andy Ibáñez, quienes por demás poseen una inexperiencia total en torneos internacionales y paradójicamente recibieron el honor de representar a Cuba nada menos que el Clásico Mundial.
De cierta manera, los cambios satisficieron y devolvieron la esperanza a muchos escépticos. En líneas generales el tino sacó amplia ventaja sobre la insensatez. Por fortuna, el tan esperado manantial de la sabiduría brotó a tiempo, aunque Rusney Castillo y el receptor Ariel Pestano nunca darán fe de ello.
Ahora solo resta sentarnos en nuestras sillas para deleitarnos con el Clásico, un torneo venido a menos por las continuas deserciones de jugadores de peso de las Grandes Ligas, como el venezolano Félix “el Rey” Hernández, los estadounidenses Justin Verlander y David Price, los dominicanos Albert Pujols y Johnny Cueto, y los campeones japoneses Ichiro Suzuki, Daitsuke “Dice K” Matsuzaka y Yu Darvish, por solo citar algunos, aunque de estas ausencias y sus porqués estaremos hablando en un próximo artículo.