El tercer Triatlón de La Habana ya es historia. La congestión en varias de las principales arterias de la ciudad, la ola de cascos aerodinámicos rodando sobre bicicletas de última generación o corriendo con la brisa costera del Malecón como aliada, quedó grabada en la retina de los habaneros.
Pero esta edición del evento trascendió por varias cuestiones. La más contundente: la presencia de 750 triatletas de 35 países, incluidos más de 400 estadounidenses.
En medio de esta avalancha, que confirma el interés por Cuba a nivel internacional, OnCuba salió a captar la esencia del certamen desde la perspectiva de varios de sus protagonistas.
Tras bambalinas
Quizás este domingo José Carrasco Carrasco pudo dormir más tranquilo. Quizás. Incluso después de la ceremonia de premiación del Sprint Élite, sus niveles de preocupación no disminuyeron del todo. Ser el Director General de un evento deportivo que no solo contó con un alto número de atletas sino también de personal involucrado, resulta un desafío permanente.
“Esta edición, como se dice popularmente, ha sido un rollo –comenta. La organización resultó compleja por el volumen de participantes. Pero en lo personal me queda la satisfacción de que las tensiones y los dolores de cabeza se tradujeron en un evento exitoso. Todo sincronizó bien: el personal médico, los voluntarios a lo largo del circuito, las señalizaciones, la seguridad vial, el cronometraje…”.
Carrasco dice que es “un atractivo indiscutible” el hecho de haber premiado a los ganadores con obras de prestigiosos pintores cubanos. En cambio, reconoce que una de las mayores dificultades resultó garantizar cada detalle en dos locaciones diferentes y distantes entre sí: la Tribuna Antimperialista José Martí y la Marina Hemingway.
Pero en su opinión, “la disposición y voluntad, la seriedad en el trabajo de cada persona involucrada, más el apoyo de Samsung Electronics Latinoamérica y la Diputación de Huelva en calidad de patrocinadores permitió lograr un buen resultado”.
“Puedo descansar tranquilo –dice optimista. Estoy convencido de que en el futuro La Habana será tomada en cuenta para una parada del circuito de Copas del Mundo. De hecho, Marisol Casado, presidenta de la Unión Internacional de Triatlón (ITU), confía mucho en las potencialidades de Cuba y esta sede, y ha dado fe del rigor organizativo de nuestro certamen”.
Protagonistas al ruedo
Este fue un fin de semana sui géneris en La Habana. Aunque no existe una tradición sólida del triatlón en la Isla, y el evento coincidió con el cierre de la vuelta ciclística a Cuba, hombres y mujeres de “hierro” decidieron probar sus potencialidades nadando, montando bicicleta y corriendo.
El Sprint Élite (750 metros de natación, 20 km de ciclismo y 5 de carrera) fue dominado por segunda ocasión en línea por el colombiano Carlos Javier Quinchara (00:55:29 horas), quien resultó escoltado por portugués Alexandre Nobre (00:55:32) y el japonés Shiruba Taniguchi (00:55:57). Mientras, en la categoría femenina, subió al podio el tridente estadounidense de Kaitlin Donner (1:02:39 horas), Erin Storie (1:03:08) y Sarah Alexander (1:03:26). Por Cuba, Leslie Amat fue la mejor posicionada con la sexta plaza (1:04:06).
Tanto Quinchara como Donner ofrecieron sus impresiones a OnCuba, luego de recibir una jugosa tajada de 200 puntos para el ranking ITU, una obra de arte cubano y un Samsung Galaxy-S7.
Quinchara: “La estrategia fue mantenerme en la avanzada de la natación, preservar la punta en la bicicleta, mantener la diferencia con el grupo persecutor e intentar una escapada aunque los contrarios la controlaron muy bien. En el atletismo abrí muy fuerte y busqué mantener el paso para agotar a mis rivales antes del sprint final.
“Este año, el viento golpeó muy fuerte en la bicicleta y al regreso del atletismo también. La presión fue mayor, pues unos diez o doce competidores bajamos muy parejos de la bicicleta.
“Suelo entrenar de cuatro a cinco meses en altura y eso me posibilita bajar al nivel del mar con una semana o 15 días de antelación para desarrollar la explosividad necesaria y adaptar la capacidad aerobia. El circuito de La Habana es espectacular y por eso se ha convertido en la prueba con que abro el calendario competitivo cada año”.
Donner: “Como soy de Florida, el clima es similar, aunque sin tanto calor como aquí. Participar en la competencia ha sido la mejor oportunidad para conocer esta ciudad: menos de una hora de vuelo, boleto barato y calidad competitiva. Confirmé cosas increíbles que había escuchado sobre Cuba en los últimos dos años.
“El triatlón ha sido progresivo para mí. Tengo 27 años, me inicié en natación, luego decidí practicar atletismo en la universidad y, por último, incorporé el ciclismo. Debo continuar mejorando mi segmento de bicicleta y pienso en repetir en La Habana el año próximo.”
El Sprint Popular, con presencia de un centenar de hombres entre los 16 y los 34 años, tuvo en el azteca Daniel Ramiro Muñoz (1:0048) a su rey.
Natural de Yucatán y con 18 años, cursa estudios de Derecho como parte de una beca deportiva y tiene en su padre a una suerte de mentor, compañero de viajes y motor deportivo.
Debutante en La Habana, comentó: “Es la primera vez que vengo a Cuba. De hecho me inscribí para probarme acá y conocer más sobre la cultura de su país. Considero que fue una experiencia padrísima por lo emocionante y vistoso del circuito, con la natación en los canales de la Marina, la bicicleta por la zona turística de la ciudad y la carrera, en la cual sufrí mucho hacia el final.
“Es un trazado muy atractivo, exigente y que reúne todo lo que se necesita. La humedad no me afectó, pues Yucatán también es húmedo y está al nivel del mar. Además ocasionalmente viajo a entrenar a Cancún, Quintana Roo e Isla Mujeres, con variables climatológicas similares a las de acá.
“El béisbol es mi segunda pasión. Tenemos a los Leones de Yucatán, muy fuertes y disfruté mucho la recién finalizada Serie del Caribe. Hice buenas amistades acá y desde ya pienso en repetir el año próximo, quien sabe si en el Sprint Élite”.
Por los representantes domésticos, lo más notorio resultó la coronación en la media distancia de Michel González. En su estreno en el segmento, estampó tiempo récord de 3:56:12 horas.
Para Michel, este triatlón ha servido para proyectar su futuro: “Con 32 años los triatletas internacionalmente cambian hacia esta distancia. Acumulan la experiencia del Sprint y su intensidad. Decidí probarme acá en esta distancia, ya que escasean los compromisos internacionales para este 2017.
“Aunque es mi primera competencia oficial en esta modalidad, llevo un año preparándome con volúmenes de kilómetros elevados en cada prueba.
En esta distancia la carrera no define tanto. Hay que pedalear 90 kilómetro a un buen ritmo y luego siendo un corredor medio puede salir un resultado positivo.
“Normalmente me levanto temprano y trato que el sol no me castigue en los entrenamientos. Hay días que me enfrento a él para adaptarme a las condiciones climatológicas, pero por lo general lo evito. En materia de implementos, nunca estaremos a la par de los triatletas extranjeros, pero eso no ha sido un obstáculo. Los tiempos me han salido con lo que tengo”.
A pesar de la satisfacción de atletas y organizadores, el Triatlón de La Habana mostró aspectos criticables. Uno fue la celebración del Sprint Élite femenino a partir de las 10:00 de la mañana, cuando el sol era castigador y el desgaste de las chicas podría traducirse en fatiga excesiva. También los impasses prolongados entre la ceremonia de premiación sabatina del sprint popular y el desarrollo o cierre de la modalidad de media distancia.
Entre los aciertos, vendría bien mantener en la edición de 2018 la exactitud y el rigor en la toma de los tiempos, con soportes provenientes de España, y la compañía asegurada de Samsung Electronics Latinoamérica en rol de patrocinador. Estos son pasos necesarios ante la urgencia de atemperar a Cuba con las dinámicas contemporáneas de la actividad deportiva al máximo nivel.
A continuación, le ofrecemos los enlaces a la clasificación general del Sprint Élite: