Por Susana Esther Jorge Villar, Universidad de Burgos; Jesús Enrique Martínez Martín, Universidad Camilo José Cela; Jesús Martínez-Frías, Instituto de Geociencias (IGEO – CSIC – UCM) y Olga Segundo Mendoza, Universidad de Burgos
¿Existe la vida extraterrestre? Y, en caso de que exista, ¿es una consecuencia de la evolución del universo y sigue los mismos o similares principios metabólicos que la terrestre o no?
Dar respuesta a estas cuestiones es el principal propósito de la astrobiología, una ciencia dedicada al estudio del origen, distribución, evolución y futuro de la vida y a su búsqueda en el universo.
Su desarrollo implica apasionantes investigaciones que hay que abordar desde todas las áreas científicas y tecnológicas. De hecho, la astrobiología incorpora consideraciones filosóficas, e incluso religiosas.
¿Qué es la astrobiología?
Conocemos la vida en la Tierra, pero tenemos muchos interrogantes acerca de ella:
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¿Cómo surge la vida? ¿Es posible que exista o haya existido vida en otros planetas o lunas?
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¿Cómo podemos detectarla fuera de la Tierra?
Estas cuestiones son los campos de estudio fundamentales de la astrobiología.
Para llegar a ese reto final de comprender si la vida extraterrestre es una consecuencia de la evolución del universo, primero tenemos que buscarla y detectarla en algún otro lugar del cosmos. Porque hasta el momento, la única vida que conocemos es la terrestre.
De momento, el foco principal de investigación está puesto en nuestro sistema solar, fundamentalmente en Marte, pero también en Europa (satélite de Júpiter), Encélado o Titán, (satélites de Saturno). Y, recientemente, en la atmósfera de Venus.
Por ello, es fundamental disponer de una apropiada hoja de ruta para abordarlo desde distintas aproximaciones conceptuales y metodológicas.
Entre otras cosas, los astrobiólogos realizamos estudios de organismos extremófilos y ambientes extremos, desarrollamos técnicas de detección y análisis, estudiamos la mineralógica y geoquímica de entornos de habitabilidad y trabajamos en genómica microbiana.
Por qué buscar vida en Marte
Hemos avanzado ya que las diferentes agencias espaciales, fundamentalmente NASA (National Aeronautics and Space Administration) y ESA (Agencia Espacial Europea), junto con diversos grupos de investigación, centran actualmente los mayores esfuerzos astrobiológicos en Marte.
Marte es un planeta rocoso parecido a la Tierra que forma parte de los denominados planetas de tipo terrestre, nuestro contexto planetario más cercano. Debido a su menor tamaño, es posible que adquiriera condiciones favorables para la emergencia de la vida antes que nuestro planeta.
Además, de entre los candidatos del sistema solar con opciones de haber albergado vida (o incluso de que aún pudiera existir bajo su superficie) es el único al que hemos viajado ya en numerosas misiones espaciales con landers, orbitadores y rovers. Como consecuencia de ello, se dispone de muchos datos sobre sus rocas, minerales, estructuras geomorfológicas, volcanes, paleoambientes y condiciones de habitabilidad.
Marte fue habitable en el pasado. Además, tuvo agua líquida y un sistema con ríos, lagos, torrentes y, probablemente, un gigantesco océano en su hemisferio norte.
El dilema de qué es vida y qué no
El carácter interdisciplinar y la transdisciplinariedad de la astrobiología (biología, geología, física, química, matemáticas, ingeniería) es crucial para su desarrollo. Y esto la convierte en un fabuloso entorno STEAM (de sus siglas en inglés Science, Technology, Engineering, Arts y Mathematics) en el que abordar con alumnos diferentes conceptos, metodologías, estrategias educativas y situaciones de aprendizaje.
Pero la astrobiología va más allá: qué es vida y qué no, qué implica el descubrimiento de vida en otros lugares del universo, son cuestiones cuya respuesta puede entrar en el campo de la filosofía y suscitar un debate interesante desde el punto de vista humano, social o, incluso, religioso.
De hecho, el presidente de la Asociación Peruana de Astrobiología, el Dr. Octavio Chon, es filósofo y está abordando interesantes aspectos relativos a la astrobioética.
En España existen diferentes grupos e investigadores en universidades que abordan estudios sobre astrobiología, pero principalmente estos se focalizan en el Centro de Astrobiología, un centro mixto del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) y la Red Española de Planetología y Astrobiología (REDESPA), coordinada desde el Instituto de Geociencias (CSIC – Universidad Complutense de Madrid) y respaldada por el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.
Acercarnos a su trabajo es motivador y apasionante. Al fin y al cabo, ¿acaso hay algún aspecto científico que pueda ser más inspirador que la exploración espacial o más relevante que el descubrimiento de vida fuera de la Tierra?
Susana Esther Jorge Villar, Profesora de Geología y Didáctica de la Geología; Investigadora en Astrobiología y Arqueología, Universidad de Burgos; Jesús Enrique Martínez Martín, Grado en geología (UCM). Doble Máster en locución audiovisual (URJC) y comunicación científica (UGR). Actualmente investigador pre-doctoral (UCJC)., Universidad Camilo José Cela; Jesús Martínez-Frías, Investigador Científico. Experto en Meteoritos, Geología Planetaria y Astrobiología. Miembro de los equipos de ciencia de las misiones NASA-MSL (Curiosity) y NASA-Mars2020 (Perseverance)., Instituto de Geociencias (IGEO – CSIC – UCM) y Olga Segundo Mendoza, PDI Departamento de Didácticas Específicas / Área de Ciencias Experimentales / Licenciada en Biología y Máster en Evolución Humana, Universidad de Burgos
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.