De acuerdo con la proyección de CNN, el presidente electo Joe Biden ganó en Arizona por un estrecho margen, capturando así los 11 votos electorales del estado.
Esta victoria le da 290 votos electorales, 20 más que los 270 necesarios para obtener la presidencia.
Biden se convierte en el primer candidato presidencial demócrata en lograr un triunfo en Arizona desde el presidente Bill Clinton (1996). En 2016 Trump lo ganó por 3,5 puntos porcentuales.
Diversos analistas y comentaristas subrayan la importancia de su triunfo en ese estado, cuna de los senadores John McCain (1936-2018) y Barry Goldwater (1909-1998), ambos candidatos presidenciales republicanos en 2008 y 1964, respectivamente.
El cambio se puede atribuir en gran medida al condado de Maricopa, el de más rápido crecimiento en Estados Unidos y lugar de asentamiento de aproximadamente el 61% de los votantes. El condado ha venido mostrando una tendencia azul durante los últimos años debido a la existencia de residentes más educados y de mayor diversidad racial. En 2016, Trump derrotó a Clinton en Maricopa 48% vs. 45%, pero este año Biden lo ganó 50% vs. 48%.
“El condado de Maricopa le hizo ganar el estado de Arizona a Mark Kelly y Joe Biden”, dijo Steven Slugocki, presidente de los demócratas en la localidad. “Aquí comprometimos nuestros recursos para contactar a votantes de color, mujeres y grupos tradicionalmente subrepresentados en todo el estado. Nuestra estrategia demostró ser efectiva”.
El estado también alberga una creciente comunidad latina, más joven y de tendencia liberal. Según encuestas a boca de urna, Biden ganó el voto latino 63% vs. 36%.
Las encuestas también arrojaron que las mujeres suburbanas se movieron hacia el azul y que Biden logró importantes avances entre votantes mayores de 65 años, tradicionalmente republicanos.
La campaña de Trump presentó una demanda en Arizona alegando que los trabajadores electorales de Maricopa presionaron indebidamente a los votantes.
El fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, republicano, le dijo a Fox News que los funcionarios estatales habían recibido alrededor de 1,000 quejas sobre la elección, pero que no habían encontrado evidencia de fraude electoral generalizado.
“Si hubo una gran conspiración, aparentemente no funcionó”, dijo.