1. Institucionalización
En un país tan normativamente hiperactivo, el uso de varias tipologías de esquemas legales de negocio ha sido el camino a seguir por muchos emprendedores para facilitar la importación de insumos, flexibilizar la contratación de personal, y también, relajar su carga impositiva. Si bien estas tendencias han marcado el año 2024, la estimación es que para 2025 (y como producto del anuncio de otras medidas que buscan reorganizar la nueva empresa cubana), haya una tendencia a la desaparición de actores económicos que no puedan adaptarse a las nuevas reglas del juego; y que los que queden, fortalezcan su legalidad.
2. Evolución en las cadenas de suministro
Para aquellas Formas de Gestión No Estatal (FGNE), cuyo objeto fundamental es la venta de bienes de consumo, el juego pareciera ser la guerra del precio. La lógica indicaría que, ante la presencia en el mercado de productos similares “Gana quien pueda vender más barato”. Lamentablemente lo único que estas malas prácticas traen consigo en el largo plazo es, una distorsión del mercado. Los ciclos son conocidos:
- Saturación del mercado con “productos de moda”, que se terminan liquidando a precios de remate (cerveza, detergente, aceite, harina).
- Abandono del mercado de dichos productos, porque hay sensación de saturación (aunque ya no sea real).
- Carencia de dichos productos, lo que provoca el aumento de la demanda y la disposición de pagar precios más elevados por parte de los consumidores finales.
- Compra desmedida de los mismos productos. Comienza el ciclo nuevamente.
Muchos empresarios ya han identificado el ciclo, y lo están rompiendo, agregando valor a lo largo de su cadena de suministro. Algunos lo consiguen con esquemas de servicio post venta, como entrega a domicilio, montaje incluido, garantías al comprador, y otro grupo de propuestas que logran generar fidelización.
3. Inclusión de Inteligencia Artificial (IA) en la mentalidad empresarial cubana
2024 fue el año del salto mundial hacia la IA. Cuba, por su introducción tardía a las ventajas de la informatización, no se encuentra inmersa en los debates globales de cuántos trabajos robará, porque la realidad es que es un terreno fértil para verse beneficiada de todos los recursos que se están desarrollando en este campo.
En un momento marcado por el alto envejecimiento poblacional y el impacto de la migración en la fuerza de trabajo, aquellos negocios en busca de solventar problemáticas diversas en su día a día, —desde el análisis de datos y la personalización en el marketing hasta la automatización de procesos y la optimización en la logística—, pueden ver sus problemas resueltos con la IA.
Muchas empresas de servicios tecnológicos nacionales que llevan años dándole seguimiento a esta oportunidad, ya han desarrollado aplicaciones y webs “Powered by AI”, llevándonos a interactuar cada vez con más chatbots en las redes sociales de disímiles emprendimientos; así como un manejo más eficiente de la información y automatización de tareas cotidianas.
No obstante, todavía falta mucho para aprovecharla al máximo, ya que el país carece de inversiones en infraestructura digital y en una fuerza de trabajo competente en dichas cuestiones.
4. Cierre de ciclos
Debería haber cátedra en Cuba de economía circular porque un modelo de producción y consumo que busque reducir al máximo la generación de residuos y aprovechar los recursos, es justamente lo que países como el nuestro necesitan.
Los cubanos han adoptado la cultura del reciclaje y el aprovechamiento de manera espontánea y muchos emprendimientos rinden tributo a la máxima nacional de que todo tiene valor: el residuo se convierte en recurso.
Empresas de recolección de basura, trituradoras y reformadoras de plásticos, reparación de equipos, entre otras, cada vez son más visibles.
De igual manera, la otra cara de la economía circular, que va de la mano con la conservación del medioambiente, se va poniendo de manifiesto en una eco-concepción incipiente de muchos modelos de negocio que buscan integrarse a nuevas fuentes de energía renovables desde el comienzo, e independizarse de fuentes de energía tradicionales que por su baja disponibilidad entorpecen los flujos productivos de dichos negocios.
5. Proliferación de esquemas de tiendas virtuales especializadas
La Covid-19 cambió para siempre la experiencia de compra a nivel global y Cuba no se quedó atrás. La barrera de desconfianza ante servicios cien por ciento digitales, con poca o nula interacción con el vendedor, se eliminó ante la necesidad de abastecimiento; y aquellas empresitas de entrega de paquetes y combos de comida que muchos cubanos residentes en el exterior usaron para garantizar los insumos de sus familiares, hoy son los gigantes del comercio electrónico en el país.
Durante los años 2023 y 2024 vimos el aumento de las plataformas de venta online en Cuba; pero estas en su gran mayoría intentan repetir modelos de negocios ya comunes, con menos variedad en su oferta de productos y una logística dudosa. En definitiva, no cuentan con elementos distintivos que las hagan sobresalir del resto; pero lo cierto es, que el país aún no está sobresaturado de ecommerces. El llamado, en este sentido, va hacia la especialización y la excelencia.
6. Diversificación
En mercados cambiantes, sólo sobreviven los aptos. Por ello, la diversificación como parte de la política de manejo de riesgos de un emprendimiento es crucial para poder transitar momentos de crisis o dificultad. Cada vez es más frecuente encontrar negocios que apuestan por la diversificación, en vez de la reinversión en un mismo nicho.
Existen diferentes tipos de estrategias de diversificación: la horizontal, que permite aprovechar los recursos ya existentes en una organización, como conocimientos, tecnologías y canales de distribución, para lanzar nuevos productos o modelos de negocios; y la vertical, que consiste en ampliar la cadena productiva para elaborar productos primarios o secundarios que antes se adquirían de terceros.
En el caso cubano, muchos negocios de compra-venta han incluido en su modelo la producción, el procesamiento, el ensamblaje, entre otros, como vías para reducir costos, mantener el suministro o agregar valor al producto final. De igual manera, es muy común encontrar emprendedores que tienen un bodegón, una empresa de organización de eventos, y en sus tiempos libres buscan cómo montar un salón de juegos de mesa.
7. Trueque
Durante 2024 se dieron casos de “fulano compró una casa con 3 contenedores de harina” o “cambió un carro por galleticas dulces”. Y es que, en un contexto de tanta volatilidad de la tasa de cambio, ya el dinero pierde una de sus funciones, la de ser depósito de valor, que es la que lo hace el medio perfecto para ahorrar y conservar riqueza, contando con una estabilidad de su valor con el paso del tiempo.
Estos fenómenos de trueque en la actualidad existen sólo como métodos alternos o de emergencia, ante situaciones de catástrofe económica, especialmente en las que el dinero se vuelve escaso o se devalúa.
En el contexto cubano, debido al empirismo de las nuevas FGNE, las crisis de saturación del mercado con determinados productos y la baja capacidad de muchos de estos actores económicos de poder remontarse a las mismas, se apeló al trueque como una salida habilidosa a estos atolladeros; y como este es un fenómeno atado al fortalecimiento o no del dinero en la sociedad, la tendencia es a encontrarnos muchos más casos en 2025.
8. Mentalidad de clúster
Un clúster empresarial es un grupo de empresas que se concentran en una zona geográfica y se unen para operar en un campo específico y mejorar su competitividad en el mercado. Permiten compartir recursos y conocimientos, generar sinergias y nuevas oportunidades de negocios, acceder a suministros, recursos de producción, talento y conocimiento competente, y se rige bajo la máxima de, para qué competir, si podemos cooperar.
De todas las tendencias para el año 2025, esta es la menos evidente, porque desafía las lógicas que están operando en la mayoría de los negocios cubanos: el mercado será del más fuerte. No obstante, debido al gran número de actores que a diario se suma al ecosistema de las FGNE, se pueden observar señales de alianzas y formas colectivas de hacer y razonar determinados temas que afectan a toda la comunidad emprendedora. Cada vez se observan más espacios de debate empresarial, buscando aportar soluciones a problemas de gran importancia para el país.
9. Aumento de actividades de impacto social
Podremos poner otras cosas en tela de juicio, menos la solidaridad de los cubanos. La voluntad de ayudar a otros y el trabajo en equipo para perseguir un bien mayor, se ponen de manifiesto en muchas iniciativas de las FGNE que buscan impactar positivamente en su radio de acción inmediato, y tener políticas claras de responsabilidad social corporativa.
La mayoría de estas acciones ocurren de manera espontánea, ante situaciones de emergencia nacional, o hechos extraordinarios; otras, para conmemorar fechas de determinado simbolismo, como días de las madres, de la mujer, de los niños, entre otras.
Lo cierto es que, con el paso del tiempo, se logra ver una mayor organización tras cada iniciativa, y a nivel estatal existe voluntad política de estimular una mayor interrelación de las FGNE con sus territorios. Por ello, es altamente probable que 2025 sea terreno fértil para ver crecer el impacto social de los emprendimientos que velan por mantener una relación sólida con su comunidad.
10. Uso de criptomonedas y billeteras digitales
El cierre de ciclos financieros es posiblemente la mayor piedra del zapato de los emprendedores cubanos. ¿Cómo pagar a proveedores extranjeros para mantener la cadena de suministro?
El uso de figuras como familiares, amigos y asociados en el exterior para servir de banco, o triangular pagos, es uno de los riesgos más grandes que asume un emprendedor en Cuba; y, lamentablemente, es una herida abierta que no hemos podido resolver a nivel de país. Las grandes limitaciones para poder mover fondos a nivel bancario por ser cubanos, trasciende al modelo estatal de negocios, e impacta la vida privada de cualquier ciudadano cubano.
No obstante, el nivel cada vez mayor de residentes en el exterior con acceso a tarjetas de pago internacionales, ha traído consigo una disponibilidad de recursos líquidos de este tipo para poner en billeteras digitales (en forma de monederos de criptomonedas o tarjetas de regalo), fondos necesarios para que sus amigos y familiares puedan acceder a una variedad mayor de productos o servicios que se comercializan en el sector privado.
El aumento de la emigración trae consigo un potencial aumento del dinero electrónico circulante, disponible para compras de este tipo.
*Estas diez tendencias no aparecen en orden de ranking.
**Este texto fue publicado originalmente en el Catálogo Factor E, octubre-diciembre, 2024. Se reproduce con la autorización expresa de su autora.