Realmente no sé cuál es el origen de la tradición de mojarse en el primer aguacero de mayo, tampoco si es exclusiva de Cuba, sin embargo, es algo que espero con ansiedad desde que era niña.
Mi abuela vivía en una de esas casas de campo cubanas que poseen, justo en el centro, un patio. Aquel espacio a la intemperie resultaba una tortura para ella cada vez que mi hermana y yo irrumpíamos en la paz de su hogar. Ambas teníamos obsesión con los aguaceros y, a pesar de ser niñas habitualmente obedientes, había que tener un carácter muy fuerte —que no era su caso— para tratar de controlarnos cuando empezaban a caer chorros de agua por las canales de aquel techo de tejas.
No me explico por qué mi abuela pensaba que íbamos a morir de pulmonía cada vez que nos bañábamos en la lluvia. Sin embargo, su angustia tenía un día de sosiego: en el primer aguacero de mayo mi hermana y yo teníamos luz verde para mojarnos hasta el cansancio. No solo nos lo tenía permitido, era obligatorio, porque aquella agua era bendita, nos daba suerte, salud y alegría para el resto del año.
Por esta y algunas otras razones, mayo ha sido siempre mi mes predilecto. Desde hace algunos años siento que muchas otras personas comparten mi predilección, qué otra explicación tendría la gran cantidad de eventos que ocurren en Cuba durante este mes. Las Romerías de Mayo, en Holguín; Mayo Teatral, en La Habana; el Torneo de Ajedrez Capablanca in Memoriam; la Feria Internacional de Turismo; el Cubadisco; el Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway; el Festival La Huella de España y la Bienal de La Habana son algunos de los más importantes.
En este número de OnCuba hablamos de estos eventos y les regalamos a nuestros lectores un suplemento especial sobre la 11na Bienal de La Habana, la cita más importante de las artes visuales en Cuba, que convierte a la ciudad en una fiesta de los sentidos y la imaginación; donde participan importantes artistas de todas partes del mundo.
En nuestra página web www.oncubanews.com podrá mantenerse actualizado, durante todo el mes, de cuanto acontece en esta Isla bendecida por las aguas de mayo. Mantenga su botón encendido con Cuba y siga mi consejo: si tiene la oportunidad, empápese en nuestro primer aguacero