Hablar de Cardiología en una consulta veterinaria no es algo frecuente en el contexto cubano; me atrevería a decir que sobre esta especialidad se escucha muy poco en el campo de la atención médica animal.
Para practicar la Cardiología Veterinaria es necesario conocer bien la fisiología del animal, además de utilizar correctamente el estetoscopio, aunque existen cardiopatías que no pueden determinarse solamente usando esta herramienta. Por ello, es muy importante que se realice un buen examen clínico y radiografías ante cualquier sospecha. Para tratar a un paciente cardiópata es importante contar con imágenes, a no ser que, por ejemplo, la cardiopatía en cuestión sea una arritmia; en este caso un ecocardiograma sería ideal. No obstante, la mayoría de los consultorios veterinarios en Cuba carece de estos recursos; razón por la que la Cardiología Veterinaria se hace tan difícil de practicar en nuestras condiciones actuales.
Cuando hablamos de problemas cardíacos en mascotas debemos tener en cuenta las enfermedades más comunes, sobre todo en perros y gatos. A continuación listamos algunas de ellas.
Enfermedades cardíacas más comunes en perros
Al hablar de cardiopatías en perros se deben mencionar la Enfermedad Valvular Mitral Degenerativa, la Efusión Pericárdica, la Cardiomiopatía Dilatada y la Dirofilariosis.
La Enfermedad Valvular Mitral Degenerativa puede aparecer en la literatura especializada o en la jerga veterinaria como Enfermedad Valvular Crónica o Endocardiosis, aunque todas estas denominaciones se refieren al mismo padecimiento.
Esta enfermedad es la más común en los perros, principalmente en pacientes de avanzada edad. Es una enfermedad adquirida que se refiere a la incompetencia de la válvula mitral debido a la degeneración valvular. Puede llevar a un progresivo aumento cardíaco y, en algunos casos, a la insuficiencia cardíaca. La tos es un signo clínico particular de esta enfermedad. A pesar de que puede afectar a cualquier raza de perros, es más común encontrar el padecimiento en razas de pequeño porte.
Los derrames pericárdicos en los perros son fluidos de tipo serosanguinolentos o sanguíneos que pueden tener un origen neoplásico o idiopático. Los de origen neoplásicos suelen encontrarse en perros con más de siete años; mientras que los derrames con origen idiopático (de irrupción espontánea o de causa desconocida), suelen encontrarse en razas grandes y de mediana edad.
Un ejemplo de las neoplasias que pueden causar estos derrames en perros es el hemangiosarcoma, aunque también pueden verse asociados a tumores de la base cardíaca, como el quemodectoma. La acumulación rápida de fluidos que provoca un derrame de gran volumen puede conducir a un taponamiento cardíaco. A pesar de esto, un derrame de gran volumen pude causar signos clínicos sin llegar a un taponamiento cardíaco, como la tos, la disfagia o la regurgitación. Las dos últimas se manifiestan debido a una compresión esofágica. En los pacientes que presentan taponamiento cardíaco se pueden presentar síntomas no específicos, como letargo, debilidad, intolerancia al ejercicio e inapetencia. Todo ello puede producirse incluso antes de llegar a una ascitis.
Por otra parte, la Cardiomiopatía Dilatada de causa primaria —o idiopática— es una patología muy común y afecta principalmente a perros de razas grandes.
Esta cardiopatía está relacionada con el músculo cardíaco y la caracteriza una baja contractilidad miocárdica que puede provocar arritmias cardíacas.
Razas grandes y gigantes como son el Doberman Pinscher, el Gran Danés, el San Bernardo, el Lebrel Escocés, el Lobero Irlandés, el Boxer, el Terranova, el Afgano y el Dálmata, pueden verse afectadas por esta patología. También pueden padecerla razas más pequeñas, como Cocker Spaniel y el Bulldog.
Otro elemento interesante es que suele presentarse más en machos que en hembras, aunque en el Doberman y en el Bóxer parece no haber predilección por el sexo.
Una característica de esta enfermedad es que puede desarrollarse lentamente o de forma oculta y pudiera evolucionar al paso del tiempo antes de que los signos sean evidentes.
Manifestaciones clínicas como disnea o taquipnea, anorexia, distensión abdominal, debilidad, letargo o intolerancia al ejercicio son típicas de esta enfermedad. También la pérdida de la masa muscular puede ser un signo grave.
Por otro lado, la Dirofilariosis es una enfermedad zoonósica parasitaria común en zonas tropicales, como es el caso de Cuba. Pero también puede aparecer en zonas subtropicales y templadas cálidas en todo el mundo. Este parásito suele afectar a los perros principalmente.
Se le conoce como “enfermedad del gusano del corazón”, pues el parásito que la provoca —en su forma adulta— se puede localizar principalmente en las arterias pulmonares y en el ventrículo derecho.
La Dirofilariosis es causada por la Dirofilaria immitis, un parásito blanco y alongado, que es transmitido al perro a través de un vector, un mosquito de la familia Culicidae.
Resulta válido resaltar que muchos perros pueden estar infectados con la Dirofilariosis y no presentar signos clínicos evidentes. En estados avanzados pueden presentarse manifestaciones como: intolerancia al ejercicio, hemoptisis, síncopes y pérdida rápida de peso, aún con buen apetito. Con el tiempo aparece la falla del lado derecho del corazón acompañada de ascitis y hepatomegalia.
En Cuba no hay muchos hallazgos de Dirofilariosis; bien porque no se pesquisa o porque se hace un uso exagerado de la Ivermectina, medicamento que puede usarse contra el nemátodo que provoca el padecimiento. Pero aun así, muchos casos pasan desapercibidos. En mi experiencia he encontrado pacientes que padecen la enfermedad y que no viven en zonas costeras donde puedan ser infectados por la picadura del mosquito. Al realizar estudios hematológicos sospechando de otras causas, estos han arrojado, curiosamente, dicha patología. Por eso es muy importante que los propietarios les suministren a sus mascotas la prevención necesaria para este tipo de parásitos.
Enfermedades cardíacas más comunes en gatos
Las enfermedades cardíacas congénitas son muy poco frecuentes en gatos. A lo sumo, el 1% de los gatos que vemos en consulta las padecen. Generalmente se suelen buscar signos clínicos de enfermedades cardíacas en perros, mucho más que en gatos adultos.
Sin embargo, las miocardiopatías adquiridas, específicamente la Cardiomiopatía Hipertrófica, es muy frecuente en gatos. Este padecimiento llega, incluso, a tener una prevalencia de hasta el 44 % de los casos.
Uno de los síntomas más comunes de enfermedades cardíacas en perros es la intolerancia al ejercicio. En gatos es más difícil evaluarla pues pueden pasar hasta 18 horas diarias durmiendo. Para tener una noción del estado de la salud cardiovascular del gato, se puede intentar jugar con él, evaluar la dificultad que tiene para subirse a muebles, desplazarse, etc.
La tos es un síntoma que caracteriza la insuficiencia cardíaca en el caso de los perros. En cambio, la tos en los gatos puede asociarse más a un tipo de asma: el asma felina. Los gatos rara vez tosen cuando se trata de una enfermedad cardiovascular. Un gato tose de una manera muy sutil, muy discreta, y es común que encontremos algunos defectos congénitos en ellos que les produzcan este síntoma.
En el caso de los perros, pueden manifestar distensión abdominal por ascitis cuando padecen alguna cardiopatía. No obstante, con los gatos es importante relacionar la distensión abdominal con la Peritonitis Infecciosa Felina (PIF). Nunca debemos olvidar la PIF como patología existente y debemos realizar el análisis del líquido ascítico para descartar este problema.
La presencia de una enfermedad tromboembólica es otro signo a tener en cuenta para analizar un gato con insuficiencia cardíaca. En este caso, se trata de gatos que de la noche a la mañana se encuentran parésicos. La parálisis súbita se manifiesta debido a que la cardiopatía genera trombos que se desprenden y se atoran hasta encontrar un vaso sanguíneo de menor tamaño. Esto provoca que el gato quede sin irrigación en los miembros pélvicos (los trombos salen por la aorta y llegan hasta los miembros pélvicos).
Principales cardiopatías en cachorros
Cuando hablamos de cachorros se piensa en trastornos congénitos como Displasia Mitral y Displasia Tricúspide, que son las más comunes. También en defectos de septo ventricular y defectos del septo atrial, persistencia del conducto arterioso, Estenosis Aórtica, Estenosis Pulmonar y también la Tetralogía de Fallot.
En gatos adultos-jóvenes
Aquí debemos mencionar la Cardiomiopatía Hipertrófica —dilatada, restrictiva, ritmogénica— del ventrículo derecho. La hipertrófica es la más común.
Se puede hacer una analogía con la Enfermedad Valvular Degenerativa, que es la más común en los perros. La gran mayoría de los gatos con cardiopatías presenta Cardiomiopatía Hipertrófica.
En gatos de edad avanzada
Las cardiopatías asociadas a hipertensión arterial sistémica son las más frecuentes en gatos de edad avanzada. La hipertensión arterial sistémica puede llegar a producir una hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo y, por lo tanto, hacer que parezca una cardiopatía hipertrófica que no es tal. Se trata apenas de una consecuencia de la sobrecarga de presión provocada por la hipertensión arterial sistémica. Las patologías más comunes que pueden llevar a esta hipertensión, y por lo tanto a una hipertrofia, son el hipertiroidismo y la enfermedad renal crónica.
Como vimos, la Cardiología Veterinaria es un área vastísima que exige estudio, y es imprescindible que existan y se perfeccionen los métodos para diagnosticar los padecimientos de los que se ocupa. Aunque en nuestras condiciones carecemos de casi todos esos métodos, con una buena inspección clínica y una buena auscultación se pueden hallar signos que nos lleven a pensar en la existencia de posibles cardiopatías en nuestras mascotas.
En el caso de las cardiopatías que necesitan cirugía, es imprescindible que contemos con equipamientos especiales, y hoy día están poco disponibles en nuestro contexto. También son necesarios fármacos específicos para tratar algunas de estas dolencias, los cuales muchas veces no tenemos a disposición; salvo algunos de uso humano que nos vemos obligados a adaptar al uso veterinario.
Kardioli Pets en la suplementación de pacientes cardiópatas
El Kardioli Pets es un alimento complementario utilizado para tratar afecciones cardíacas. Puede prevenirlas e, incluso, tratarlas. Es un antioxidante que reduce el colesterol, normaliza la tensión arterial y disminuye los niveles de glucosa en el organismo del animal. Además, mejora la elasticidad de las arterias y detiene la progresión de las enfermedades.
Este producto puede ayudar a recuperar progresivamente la insuficiencia cardíaca y mejorar la calidad de vida de las mascotas. Mejora los parámetros hemodinámicos y detiene la expansión y el crecimiento de las placas arterioscleróticas. También mejora la función tiroidea y previene la hipertensión. El Kardioli actúa activamente en la recuperación del músculo cardíaco. Su composición viene con roma de hígado, que lo hace más apetecible y suele administrarse a razón de 1ml por cada 5kg del peso vivo del animal, cada 12 horas. Es, sin dudas, una opción interesante para el tratamiento de mascotas cardiópatas.