Soldados dispararon este sábado como una señal de advertencia a quienes se encontraban en el centro de Uagadugú, capital de Burkina Faso, y pidieron a los ciudadanos que abandonasen esa zona, donde sobrevolaban varios helicópteros militares a baja altura.
La confusión se apoderó de la ciudad un día después de que un grupo de militares, encabezados por el capitán del Ejército Ibrahim Traoré, diera un golpe de Estado y derrocara al líder de la junta militar en el poder, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Según reporta Efe, ante los disparos de aviso, los comerciantes empezaron a cerrar sus tiendas en el centro de la capital, donde algunas calles volvieron a cerrarse tras haberse levantado esta mañana las barreras colocadas por los soldados. Un militar indicó a la agencia española que se reforzaron posiciones en esa zona como precaución ante un posible despliegue de uniformados todavía leales a Damiba.
Un oficial del Estado Mayor del Ejército aseguró también que el depuesto líder aún se encuentra en Uagadugú. Damiba “está bien, está en un lugar seguro y se halla bien resguardado”, explicó bajo condición de anonimato, según Efe.
Varios helicópteros fueron avistados en Kamboissin, un distrito norteño periférico que alberga un campamento militar y efectivos de la fuerza antiterrorista Barkhane (liderada por Francia) volando hacia el centro de la ciudad. Uno de los aparatos aterrizó en el céntrico cuartel militar de Guillaume Ouédraogo.
En un mensaje dirigido anoche a la nación, los golpistas acusaron a Damiba de desviarse del ideal del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), nombre de la junta que tomó el poder en el golpe del pasado 24 de enero, y no atajar la inseguridad causada por el terrorismo yihadista.
Tras un viernes incierto marcado por una sublevación militar y disparos en zonas estratégicas de Uagadugú, los golpistas anunciaron la suspensión de la Constitución y de la Carta de Transición. Asimismo, encabezados por Traoré, nuevo hombre fuerte del país, decretaron la disolución del Gobierno y la Asamblea Legislativa de Transición y el establecimiento de un toque de queda desde las 21.00 hora local (misma GMT) a las 05.00 hora local.
Ordenaron, de igual manera, el cierre de las fronteras nacionales y la suspensión de toda actividad política y de la sociedad civil. Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan especialmente al norte del país.
Recuerda este reporte que en noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos -49 gendarmes y 4 civiles-, lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.
Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.
Con información de Efe y AP.