A menos de dos días de que se suscitara un sorpresivo acercamiento entre un grupo de partidos minoritarios de oposición y el gobierno de Nicolás Maduro, algunas cosas se sacudían en Venezuela.
Horas después de que la Asamblea Nacional ratificara a Juan Guaidó como jefe del Congreso y presidente interino para tratar de matizar la percepción de las fracturas que existen en el bloque opositor venezolano, un tribunal especial de Caracas ordenó “la libertad inmediata” del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, el diputado opositor Edgar Zambrano, que estaba detenido desde el 8 de mayo por acompañar a Guaidó en una fallida rebelión el pasado 30 de abril.
Zambrano fue liberado como parte del acuerdo suscrito en la víspera y recibió el beneficio de “medida cautelar sustitutiva”, consistente en presentaciones periódicas ante el juzgado cada 30 días y prohibición de salida del país.
En declaraciones a la prensa, poco después de salir de la base militar donde estuvo detenido, Zambrano afirmó que su encarcelamiento constituyó una “violación de las garantías constitucionales” y sus derechos políticos. En consecuencia “mi prisión, es una prisión injusta, violatoria de la Constitución, de la institución universal de la inmunidad parlamentaria, de los derechos humanos”.
La detención del legislador de 63 años se dio después que la Asamblea Constituyente –organismo oficialista creado para rivalizar con la Asamblea Nacional, en manos de la oposición– le retirara la inmunidad parlamentaria.
La liberación de Zambrano se produjo un día después de que Maduro adelantara que se le entregó a la Comisión de la Verdad un conjunto de solicitudes y peticiones de liberaciones de presos para que las evalúen.
Guaidó, por su parte, atribuyó la liberación de Zambrano a la “presión” local e internacional, además del informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet.
El líder opositor dijo en Twitter que no se trataba de una “gentileza“ del gobierno de Maduro, al que llamó “dictadura“, sino de “un logro de quienes no nos rendimos“.
Más temprano, luego de que los legisladores dieran su “respaldo irrestricto” a Guaidó para que continúe dirigiendo el Congreso y mantenga el cargo de presidente “hasta que se produzca el cese de la usurpación” de Maduro, el dirigente de 36 años agradeció el apoyo y recordó que el “único poder legítimo reconocido por la comunidad internacional es la Asamblea Nacional… Todo lo demás son elementos artificiales creados para tratar de distraer a la opinión pública“.
El opositor asumió en enero la dirección del parlamento y semanas después se declaró presidente encargado de Venezuela logrando el reconocimiento de más de medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos.
La Asamblea Nacional declaró ese mes que Maduro, quien es respaldado por países como Rusia, China, Bolivia y Cuba, estaba usurpando el cargo porque había sido reelecto en mayo de 2018 en comicios a los que considera “fraudulentos“.
La sesión del martes se desarrolló en medio de gran expectativa debido a que se esperaba el retorno de la bancada oficialista al Congreso después de tres años de ausencia: el jefe de la Asamblea Nacional Constituyente y vicepresidente del partido oficialista, Diosdado Cabello, había adelantado la víspera el regreso de los 54 parlamentarios como parte de los acuerdos a los que llegó el gobierno con los partidos minoritarios, pero su retorno no se produjo.
El eventual regreso del oficialismo al Legislativo y su alianza con pequeños partidos no le permitirán controlar al Congreso, reconoció el diputado opositor Carlos Berrizbeitia, integrante del llamado Frente Amplio, quien dijo a la prensa que “seguimos teniendo la mayoría”.
El presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, indicó que el hecho de que el acuerdo entre el gobierno y las minorías opositoras se da sin la integración de los partidos mayoritarios “no rescata la confianza, ni flexibiliza las sanciones”. León dijo en un mensaje de su cuenta de Twitter que con el convenio solo se logran algunas concesiones y que el gobierno “comprar tiempo…y barato”.
El convenio, además de la liberación de un grupo de presos a los que la oposición considera prisioneros políticos, contempla la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral.
Respecto de las liberaciones, el diputado Timoteo Zambrano, presidente de la organización minoritaria Cambiemos Movimiento Ciudadano que respaldó el acuerdo con el gobierno, dijo a la televisora local de noticias Globovisión que se excarcelará a “58 presos políticos”.
“Yo no le apuesto a la guerra, yo le apuesto a la paz”, afirmó el congresista José Antonio España, del mismo partido, al defender el convenio con el gobierno y dijo a The Associated Press que con el documento se logró que se “abrieran puertas” para una solución a la crisis venezolana.
El diputado instó a Guaidó y al resto de la directiva del Congreso a que “rectifiquen” y “regresen a la constitución”. “La directiva de la Asamblea Nacional tiene nueve meses y de la ruta que planteó en enero no tiene resultados”, agregó.
El ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, manifestó el martes su apoyo a la iniciativa de diálogo, y dijo, en un mensaje que ofreció acompañado del alto mando militar, que la noticia debe “alentar al optimismo a la sociedad, al pueblo de Venezuela, a la comunidad internacional”. “No podemos nosotros entrar en el terreno de aniquilarnos nosotros mismos, de atentar contra la patria, de estar negociando territorios”, expresó.
Entre las organizaciones minoritarias que apoyaron el diálogo con el gobierno están Avanzada Progresista que dirige Henri Falcón, un exmiembro del partido oficialista que fue derrotado por Maduro en las elecciones del año pasado. También está el Movimiento al Socialismo (MAS) que por años formó parte de la alianza política del fallecido presidente Hugo Chávez y que luego derivó en un crítico severo tanto del gobierno de Maduro como de los principales partidos de oposición.
Otro que estampó su rúbrica es el Movimiento Soluciones, fundado por Claudio Fermín, conocido por sus posturas conciliadoras.