Al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador le gusta abrazar a sus seguidores y estrechar manos entre las multitudes, pero parece estar amedrentado por la alta tasa de infecciones de coronavirus en su país. Ha decidido decir a sus seguidores que no acudan a verlo.
López Obrador visitó el viernes la ciudad norteña de Reynosa, donde le dijo a una audiencia que considerará que cualquiera que se una a una multitud para verlo es un oponente, no un seguidor.
“Ahora, si llegan, pues los voy a ver como los que no nos quieren”, afirmó el presidente. “El que llegue hoy es conservador”.
México reportó 5.824 nuevos casos confirmados de coronavirus el viernes, lo que eleva el total a 585.738, y 552 muertes más por COVID-19, para un total de 63.146, el tercero más alto del mundo. Las cifras de la Secretaría de Salud muestran que las tasas de infección parecen haberse estancado en niveles relativamente altos.
A pesar de que las tasas siguen siendo elevadas en todo el país, México pasó a nueve de sus 32 estados a nivel amarillo de riesgo, o “moderado”, en una escala de cuatro colores. Un estado, Colima, continúa en alerta máxima, mientras que otro estado, Campeche, ya se encontraba en la zona moderada. El resto, incluida la Ciudad de México, sigue en la clasificación de “naranja” o de alto riesgo.
La calificación de riesgo moderado abarca ahora a alrededor de un tercio de los estados del país, y significa que las empresas pueden reabrir en mayor medida, en algunos casos a plena capacidad. Esos estados son Chihuahua, Sonora y Tamaulipas, en el norte; Veracruz, Tabasco y Campeche, en la costa del Golfo de México, y los estados sureños de Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
El jueves, en la vecina ciudad fronteriza de Matamoros, López Obrador pareció acortar uno de sus largos discursos cuando vio a una multitud reunida afuera del evento.
“Ayer nos recibió mucha gente en Matamoros”, dijo. “Estos actos, por la pandemia, procuramos hacerlos cerrados para que se guarde la sana distancia; ayer no se consiguió este propósito y es muy riesgoso que se agrupe mucha gente, por contagios”.
Sin embargo, López Obrador casi nunca usa nasobuco y se ha resistido a los llamados para que deje de recorrer el país durante la pandemia.