Cuatro días después de despedir a su ministro de Salud en plena pandemia de coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro dijo hoy lunes que quiere poner fin esta semana a las políticas de aislamiento social en Brasil, aunque muchos estados han reiterado sus compromisos para mantenerlas.
Casi todos los estados de Brasil han implementado medidas para permanecer en casa, y algunas han sido programadas para estar vigentes hasta mediados de mayo. El tribunal supremo falló que gobernadores y alcaldes pueden tomar la decisión sobre las medidas de aislamiento social sin importar la postura del Gobierno Federal. Bolsonaro quiere una reapertura rápida para frenar el deterioro de la economía brasileña.
“Todo en exceso termina generando problemas. Estas medidas no llegaron a su objetivo en algunos estados”, dijo Bolsonaro a los reporteros frente a la residencia presidencial en Brasilia. “Espero que sea la última semana de esta cuarentena, de esta forma de luchar contra el virus”.
Después de que Bolsonaro reemplazó a Luiz Henrique Mandetta con Nelson Teich como ministro de Salud, varios gobernadores y alcaldes indicaron que estaban sopesando adoptar medidas de aislamiento más estrictas como parte de un esfuerzo para frenar la propagación del coronavirus.
Anteriormente, Teich publicó un artículo en el que defendía las políticas de cuarentena, pero no queda claro qué hará en el cargo. El lunes, ni él ni ninguno de sus representantes se presentaron ante los medios para responder preguntas.
Brasil confirmó 113 muertes a causa de la enfermedad COVID-19 en las últimas 24 horas, elevando la cifra total del país a 2.575. Más de 40.000 personas se han infectado de coronavirus en la nación sudamericana, la cantidad más alta de América Latina.
Bolsonaro habló un día después de reunirse al aire libre con decenas de simpatizantes que quieren que cierre el Congreso y Tribunal Supremo. Su presencia en ese mitin está generando un repudio generalizado en un país que soportó una dictadura militar entre 1964 y 1985.
Durante la protesta, el presidente brasileño rechazó estar atacando la democracia, pero dijo: “De hecho, soy la Constitución”.
AP/OnC