El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, superó con éxito la cirugía de cadera a la que fue sometido este viernes, reportan medios internacionales.
Lula ya camina y realiza fisioterapia en su habitación luego de una operación en la que se le implantó una prótesis de cadera, informa la agencia EFE.
Además, el mandatario también se recupera de una cirugía plástica, para retirar el exceso de piel en los párpados, informaron este sábado sus médicos.
“Pasó la noche estable, caminó por la mañana y realizó ejercicios de fisioterapia”, informó el boletín médico que publicó este sábado el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia, en donde el líder progresista deberá permanecer por lo menos hasta el martes, según el medio español.
La nota agrega que el presidente, que va a cumplir 78 años en octubre, permanece internado en una habitación particular bajo los cuidados de los equipos médicos que llegaron de Sao Paulo para realizar las intervenciones. El boletín no explica si ya hay alguna previsión de alta.
Las operaciones
Lula se sometió a una “artroplastia total de cadera”, es decir a la sustitución de las articulaciones de la cadera por prótesis de titanio, para corregir problemas en la cabeza del fémur derecho provocados por la artrosis y que le causaban permanentes dolores, cada vez más fuertes, detalla EFE.
El mandatario venía quejándose de los dolores que le hacían difícil la movilización y le hacían sentir mal desde la campaña para las elecciones de octubre de 2022, en las que venció al entonces presidente Jair Bolsonaro.
El jefe del equipo médico que lo atendió, Roberto Kalil Filho, afirmó que el presidente aprovechó que recibiría anestesia general por causa de la operación en la cadera para someterse también a una cirugía plástica en los párpados de los dos ojos, conocida como blefaroplastia, para remover el exceso de piel alrededor de los ojos.
Una recuperación con trabajo
El líder progresista, que asumió en enero su tercer mandato como presidente de Brasil, tendrá que permanecer hospitalizado al menos hasta el lunes o el martes, antes de que le den de alta, y luego tendrá que proseguir el tratamiento de recuperación en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial.
Según la Presidencia brasileña, citada por EFE, el proceso de recuperación demandará “entre tres y cuatro semanas”, un periodo en el que el mandatario “podrá despachar con normalidad” y no precisará delegar responsabilidades en el vicepresidente, Geraldo Alckmin.
No obstante, tendrá algunas restricciones de movilidad mientras permanezca de reposo, un tiempo en el que estará asistido por sus médicos, y en los primeros días necesitará caminar con ayuda de un andador, refiere la agencia española.
Una vez recuperado, Lula retomará su agenda internacional con un viaje previsto para principios de noviembre. En esa fecha asistirá a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28) que se celebrará en Emiratos Árabes Unidos.