Once países de la región Asia Pacífico firmaron este jueves en Chile un ambicioso tratado comercial que comprenderá el 13 por ciento del comercio mundial el mismo día en que Estados Unidos, que desechó el acuerdo, se apresta a imponer nuevas barreras comerciales a las importaciones de acero y aluminio.
El nuevo bloque está formado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
¡Chile ya es parte del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (#CPTPP)! Revisa aquí algunas imágenes de este importante hito ocurrido en nuestro país 💪🏻👏🏻🇨🇱 pic.twitter.com/sbtzX6abGw
— Cancillería Chile 🇨🇱 (@Minrel_Chile) 8 de marzo de 2018
“Es una señal en muy buen momento porque sabemos que hay presiones proteccionistas que podrían terminar en algo que no queremos, en una guerra comercial”, dijo el canciller chileno Heraldo Muñoz en una rueda de prensa posterior a la firma del tratado.
Presidida por la mandataria saliente de Chile, Michelle Bachelet, en la ceremonia firmó el documento cada uno de los ministros de los países miembros del bloque multinacional.
El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico –CPTPP por sus siglas en inglés y más conocido como TPP11– crea un bloque de 500 millones de personas cuyo ingreso per cápita promedio es de 28,000 dólares. La suma de las economías alcanza a unos diez billones de dólares.
“A pesar de los diversos y difíciles desafíos el CPTPP es un logro histórico que crea un reglas libres y justas del siglo XXI en la región del Asia Pacífico”, dijo el ministro para la Economía y Política Fiscal de Japón, Toshimitsu Motegi.
Muñoz declaró que los países agrupados en el TPP11 esperan que el progreso y el crecimiento económico lleguen a todos “además de ser una fuerte señal en contra de las presiones proteccionistas en favor de un mundo abierto al comercio sin sanciones unilaterales y sin la amenaza de las guerras comerciales”.
La sombra de Trump
Aunque sin nombrarlo, Muñoz aludió tras la firma del acuerdo al presidente estadounidense Donald Trump, quien tras asumir en enero de 2017 retiró a su país de las negociaciones del tratado, que llevaban cuatro años, para proteger los empleos en su nación, según dijo.
Se espera que Trump firme probablemente este mismo jueves un decreto que impondrá aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento al ingreso de aluminio.
En un mensaje en Twitter, Trump dijo el jueves que “debemos proteger y desarrollar nuestras industrias de acero y aluminio mientras al mismo tiempo mostramos una gran flexibilidad y cooperación hacia aquellos que son verdaderos amigos y nos tratan justamente tanto en lo comercial como en lo militar”.
Al consultar al ministro japonés Motegi sobre un posible retorno de Estados Unidos al grupo, respondió que “nosotros los vamos a recibir si ellos quieren reintegrarse”. Muñoz complementó la respuesta y añadió que “esto no es un acuerdo contra alguien”, sino que “esto va a estar abierto a todos los que acepten cada uno de los componentes del acuerdo”.
Por el libre comercio
“A través de los años Chile, México y Perú han demostrado una clara vocación por el libre comercio y la integración global que les ha servido bien. Lo que necesitamos es más comercio, más comercio intrarregional, pero también comercio con regiones lejanas para explorar complementos económicos”, dijo a The Associated Press el analista de Goldman Sachs, Alberto Ramos.
Un comunicado de ProChile, un organismo estatal que promueve las inversiones, y de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales chilena señaló que el TPP11 conserva la esencia del TPP original que incluía a Estados Unidos aunque incorpora 20 suspensiones “que se acordaron para resguardar los balances entre los 11 países”.
En su origen, cuando incluía a Estados Unidos, el tratado fue diseñado como un contrapeso al creciente poder de China en el comercio mundial.
Aunque el gigante asiático no participó en el acuerdo “siempre ha sido un férreo partidario de la liberalización del comercio y un participante importante en la cooperación e integración económica de la región Asia-Pacífico”, dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi.
Agregó que su país espera que “los diversos esquemas de libre comercio en la región Asia-Pacífico puedan comunicarse y coordinar entre sí y tener una interacción beneficiosa, desempeñando un rol constructivo en sus respectivas zonas y resistiendo las tendencias proteccionistas”.
El tratado tiene sus detractores, entre ellos organizaciones femeninas chilenas que repudiaron que el gobierno de Bachelet, que concluye el domingo próximo, haya elegido el Día Internacional de la Mujer para su firma.
El TPP11 entrará en vigor luego que 60 días después sea ratificado por seis de los 11 países miembros. El visto bueno final lo deben dar los respectivos Congresos.
AP / OnCuba