El tribunal supremo de Colombia dictaminó que despenalizará el aborto durante las primeras 24 semanas de embarazo, marcando lo que los defensores dicen que es un “triunfo para los derechos humanos”.
El aborto está permitido en Colombia desde 2006, pero solo debido a tres circunstancias: cuando representa un riesgo para la vida o la salud de la mujer embarazada, cuando hay problemas fetales que amenazan la vida o cuando el embarazo es resultado de violación, incesto o inseminación artificial no consentida.
En un fallo de 5-4 ayer lunes, el tribunal permitió la despenalización de aproximadamente la primera mitad del embarazo. Después de 24 semanas, la nación continuará permitiendo abortos solo en los escenarios antes mencionados.
En diciembre de 2020 la Argentina legalizó el aborto hasta la semana 14 de embarazo, y en septiembre pasado la Suprema Corte de Justicia de México dictaminó que penalizar el aborto es inconstitucional.
Erika Guevara-Ross, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo en un comunicado que el fallo es una “victoria histórica” para las mujeres colombianas, que han “luchado durante décadas por el reconocimiento de sus derechos”.
Según estimados, en Colombia se realizan aproximadamente 400 000 abortos anualmente, la mayoría ilegales. La mayoría de las mujeres que reciben abortos ilegales viven en zonas rurales, y casi un tercio son supervivientes de violencia doméstica, violencia sexual o lesiones personales, dijo Amnistía Internacional.
“Las mujeres, las niñas y las personas en edad fértil son las únicas que deben tomar decisiones sobre sus cuerpos”, dijo Guevara-Ross. “Ahora en lugar de castigarlas, las autoridades colombianas tendrán que reconocer su autonomía sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida”.
Dijo que el fallo de la corte colombiana es el último ejemplo del “impulso imparable de la marea verde en América Latina”. El verde se ha convertido en el color sinónimo del movimiento por el derecho al aborto en la región. “No dejaremos de luchar hasta que se reconozcan los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres, niñas y personas en edad fértil en todo el continente, sin excepción”, concluyó Guevara-Ross.