Getting your Trinity Audio player ready...
|
El fulminante ataque de Estados Unidos contra una lancha que, según Washington, transportaba droga desde Venezuela ha causado numerosas dudas y cuestionamientos internacionales, principalmente por la decisión de usar fuerza letal que produjo la muerte de 11 personas.
La operación, justificada por el presidente Donald Trump como necesaria para enviar un mensaje contundente a los carteles de las drogas, ha generado protestas oficiales de Venezuela y duras críticas del presidente colombiano, Gustavo Petro.
La operación militar y la justificación de Trump
El martes, el presidente Donald Trump confirmó que las fuerzas armadas estadounidenses llevaron a cabo un ataque contra una embarcación en el sur del mar Caribe, en “aguas internacionales”, que transportaba narcóticos y era operada, según la Administración, por la organización criminal venezolana Tren de Aragua.
“Había enormes cantidades de drogas entrando a nuestro país para matar a mucha gente, y todos entienden eso completamente”, declaró Trump y agregó que el ataque serviría como advertencia.
El operativo terminó con la muerte de 11 supuestos narcotraficantes, según la información oficial. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, respaldó la acción y afirmó que “el presidente Trump está dispuesto a pasar a la ofensiva de maneras que otros no han visto. Cualquier otra persona que trafique en esas aguas enfrentará el mismo destino.”
Entretanto, en México, donde se encuentra de visita oficial, el secretario de Estado, Marco Rubio, enfatizó que estas acciones continuarán.
“Vamos a enfrentarnos a los carteles de drogas dondequiera que estén y dondequiera que estén operando contra los intereses de Estados Unidos”, dijo Rubio.
Este ataque representa un cambio inédito en la forma de combatir el narcotráfico en la región, al utilizar fuerza militar para destruir embarcaciones sospechosas directamente en lugar de limitarse a interceptarlas o capturar a sus ocupantes.
Dudas legales y críticas internacionales
Expertos en Derecho internacional han cuestionado la legalidad de esta operación. Mary Ellen O’Connell, profesora de la Universidad de Notre Dame, explicó que “matar intencionalmente a alguien fuera del contexto de un conflicto armado es ilegal a menos que sea para salvar una vida de emergencia. No había hostilidades en el Caribe”.
Por su parte, el Gobierno venezolano denunció la operación ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Alexander Yáñez, representante permanente de Venezuela ante el organismo internacional, calificó la presencia militar estadounidense de violación de la Carta de las Naciones Unidas y acusó a Washington de usar falsedades para justificar el ataque, señalando que Venezuela es un territorio libre de cultivos ilícitos conforme a informes oficiales.
“El verdadero propósito de la Casa Blanca es provocar el cambio de régimen en Venezuela para apropiarse de sus riquezas petroleras”, denunció el diplomático, quien pidió la retirada inmediata de las fuerzas estadounidenses de la región y garantías sobre el no uso de armas nucleares.
Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó el ataque como un “asesinato”, haciendo hincapié en que “los que transportan drogas no son los grandes narcos, sino los jóvenes muy pobres del Caribe y el Pacífico”.
Petro subrayó en sus redes sociales que Colombia ha realizado operaciones contra el narcotráfico sin necesidad de matar a civiles y afirmó que la muerte de los 11 ocupantes de la lancha representa una grave violación de derechos humanos.
Una escalada militar en el Caribe
Esta acción se enmarca en una escalada militar sin precedentes en el Caribe, donde Estados Unidos ha desplegado una flotilla de al menos siete buques de guerra, incluyendo destructores con misiles, un escuadrón anfibio y miles de efectivos militares, cifra que supera los 6 mil 700 soldados.
El presidente Trump ha vinculado directamente al mandatario venezolano Nicolás Maduro con los carteles de drogas y, como en el viejo oeste norteamericano del siglo XIX, ha elevado la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.
De acuerdo con el Pentágono, Maduro actúa como un capo de un narcoEstado, justificando así el despliegue militar y las acciones directas en la región.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, expresó su preocupación por la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela y recalcó que las diferencias deben resolverse conforme al derecho internacional y la Carta de la ONU, aunque evitó calificar la legalidad del ataque.