La delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que negocia en Cuba un acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia acusó este sábado al presidente Gustavo Petro por “estigmatizar” a esa guerrilla al referirse a la “economía ilícita”.
Petro pidió la víspera una “estrategia contundente” contra la “economía ilícita” y aseguró que “es necesario cerrar el grifo con el fin de que esos grupos no compren más armas y engrosen sus filas”.
“Tenemos al ELN negociando, pero no significa que se bajó la guardia contra su economía ilícita. Hay que destruirla”, afirmó Petro en un encuentro con militares en una academia de Bogotá.
Los negociadores del ELN consideraron este sábado que las palabras del presidente son “cuestionamientos directos” parte de un “trato irrespetuoso y estigmatizante de nuestra organización”.
“Supone un cuestionamiento de fondo al sentido político de la Mesa de Diálogos y a toda su arquitectura, incluyendo la legitimidad de la Delegación del Gobierno, los países garantes, las organizaciones acompañantes (ONU y Conferencia Episcopal de Colombia) y los países acompañantes”, afirmó esa guerrilla, que recién había asegurado que las conversaciones avanzaban con “rigurosidad”.
Los diálogos con el gobierno de Colombia avanzan con “rigurosidad”, afirma el ELN
En el comunicado, el ELN le pidió a Petro “de manera urgente” que defina “si su Gobierno sigue considerando que, tal y como reza el Acuerdo de México suscrito por las partes y depositado ante los garantes, éste es un proceso político serio”.
Afirmó, además, que el mandatario colombiano “contradice el Acuerdo de México que su propio Gobierno firmó el pasado 10 de marzo de 2023 durante el segundo ciclo de estas conversaciones”.
Dicho documento firmado en México recoge la hoja de ruta de este nuevo intento por acercar posiciones entre ambas partes y alcanzar un acuerdo de paz definitivo.
El cese al fuego bilateral y la participación de la sociedad civil en el proceso de paz son dos de los tres asuntos agendados para este tercer ciclo de diálogos que acoge la capital cubana desde principios de mayo. El tercer tema son los alivios humanitarios.
Los contactos entre el Gobierno colombiano y el ELN comenzaron en 2017 en Quito bajo la presidencia de Juan Manuel Santos, quien venía de firmar la paz en 2016 con las ahora desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Al año siguiente continuaron en La Habana, sede también del proceso previo con las FARC, pero fueron suspendidos por el presidente Iván Duque en 2019 tras el atentado del ELN contra una escuela de cadetes de Bogotá.
Los diálogos se retomaron el año pasado, con la llegada a la presidencia del actual mandatario colombiano, Gustavo Petro.