En un plazo de dos o tres meses, Panamá comenzará la repatriación de migrantes irregulares a sus países de origen, un proceso que será de manera voluntaria.
El anunció, este viernes, corrió a cargo del director del Servicio Nacional de Migración(SNM), Roger Mojica, reportó un despacho de la agencia Prensa Latina.
El funcionario manifestó a los medios que las operaciones incluyen la aceptación del viajero ilegal y del país de donde proviene.
Dada esa política, el gobierno istmeño, a través de su cancillería, espera acercamientos con Venezuela, Ecuador y Colombia, tres de las naciones emisoras.
Mojica aclaró que el memorando firmado entre Panamá y Estados Unidos el pasado 1 de julio y que respalda con seis millones de dólares esas acciones, no solo está concebido para la adquisición de boletos de vuelta de los migrantes.
La factura, igualmente, se usará para otras atenciones y compra de equipos que permitan, además, enfrentar el crimen organizado que está detrás de los crecientes flujos.
Baja el trasiego de migrantes
Según cifras oficiales citadas por el jefe máximo del SNM, en lo que va de año han ingresado a la selva de Darién con rumbo al norteño país, 213 mil 702 personas, nueve mil menos en comparación con similar lapso de 2023.
La disminución obedecería, según Mojica, al cierre de cinco pasos no autorizados y mayores controles en fronteras.
De otra parte, subrayó que el país canalero avanza en mejorar el equipamiento para los controles biométricos que realizan los agentes en los puntos limítrofes, los cuales suman más de 136 mil en el decenio 2013-2023.
Tales exámenes permiten identificar a migrantes con prontuarios delictivos, entre los que sobresalen nexos con el narcotráfico o el terrorismo.
El directivo denunció el daño ambiental que sufren los bosques y ríos del Parque Nacional de Darién y precisó que cada migrante como promedio deja unas cinco libras de basura, lo cual, afirmó, es inadmisible.
Inspecciones en lugares públicos en busca de ilegales ha resultado en casi una treintena de personas deportadas o expulsadas por razones diversas.
Entre las faltas están la vigencia expirada de la documentación de identificación, evasión de los puestos de control para ingresar al país, o diversos delitos.
Costa Rica estudia un acuerdo
Por su parte, el gobierno de Costa Rica “está considerando” firmar un acuerdo migratorio con Estados Unidos, enfocado en la repatriación de migrantes desde la nación centroamericana, similar al que suscribió recientemente Panamá, dijo el jueves a Reuters el canciller costarricense, Arnoldo André.
Sin dar mayores detalles, la autoridad agregó que estaban esperando una nota conceptual del gobierno de Estados Unidos.
Darién, una selva tapón
La peligrosa selva del Darién, que separa Panamá de Colombia, fue escenario el pasado año del cruce de una cifra récord de migrantes: poco más de medio millón en busca de seguridad y mejores oportunidades económicas, mayormente en Estados Unidos.
El miércoles, las autoridades panameñas anunciaron que al menos 4,7 kilómetros, donde había cinco pasos usados por los migrantes en el Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, fueron cercados por la policía fronteriza panameña.
La medida busca canalizar el flujo de los transeúntes que cruzan esa peligrosa selva en su camino hacia Estados Unidos, en la que habitan todo género de animales peligrosos, algunos potencialmente mortales como pumas, caimanes y serpientes venenosas.
De tan intrincada, el Darién funciona como una barrera natural a la comunicación por carretera entre ambos subcontinentes al carecer de vías terrestres de transporte, lo que explica el nombre de tapón.
Los migrantes relatan que pagan para cruzar la selva con coyotes en grupos, que los abandonan en algún punto y que luego suelen ser víctimas en la parte panameña de robos violentos y agresiones sexuales.
Panamá, por su parte, señala que es el Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia, quien los cruza y se lucra de ello.
Entretanto, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuestionó la semana pasada la decisión de Panamá y alertó de que el bloqueo de esos pasos solo traerá “ahogados en el mar”.