Más de la mitad de los chilenos se opondrían a la propuesta final de carta magna que será sometida a votación este lunes en el pleno del Consejo Constitucional, en la nación austral.
De acuerdo con el sondeo de la firma Plaza Pública Cadem, 51 % de los entrevistados rechazaría el proyecto, un 34 % lo aprobaría y los indecisos cubrirían el resto del espectro, reporta la agencia Prensa Latina (PL).
El texto fue elaborado por el consejo de 50 miembros donde el “extremista” Partido Republicano y la coalición de derecha Chile Vamos hicieron valer su mayoría para acordar polémicas enmiendas.
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Entre esas modificaciones aparecen las que atentan contra la paridad de género en el Congreso Nacional, se oponen a la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violación, inviabilidad fetal y peligro para la vida de la madre.
La propuesta de ley fundamental también condiciona la negociación colectiva de trabajo, el derecho a huelga y la libertad sindical, e intenta beneficiar a las instituciones de salud privadas.
Para la consejera constitucional Karen Araya, del Partido Comunista, “es lamentable que no se haya podido lograr un texto destinado a mejorar la calidad de vida de los chilenos, así como la atención médica, la educación y la vivienda”, precisa el medio.
“Este texto es tan nefasto, tan regresivo, que la ciudadanía de manera inteligente se va a dar cuenta de que no es bueno para Chile”, agregó Araya.
Según PL, varias personalidades consideraron la propuesta peor que la Constitución vigente, impuesta durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
De continuar su avance el proyecto será sometido a referendo, con voto obligatorio, el próximo 17 de diciembre.
Chile vive su segundo proceso constitucional, pues el pasado año el 62 % del electorado rechazó un texto escrito por una convención electa democráticamente con mayoría de partidarios del actual gobierno.
Chile rechaza propuesta de nueva Constitución con el 61.86 % de los votos
Para la nueva oportunidad se eligió un nuevo órgano redactor dominado por la oposición, con 33 escaños frente a los 17 del oficialismo.
La votación del pleno del Consejo pudiera prolongarse debido a que los 50 consejeros y los 24 expertos que redactaron el anteproyecto de carta magna tienen derecho a intervenir en la sala durante seis minutos cada uno.
Para aprobar el texto definitivo que votará el electorado se necesitan 30 votos favorables, por lo que es muy probable que la propuesta salga adelante respaldada por la mayoría opositora en el Consejo.