La Fiscalía de La Paz, capital de Bolivia, emitió este miércoles una orden de aprehensión contra el expresidente boliviano Evo Morales, actualmente refugiado en Argentina, por cargos de sedición y terrorismo.
Con base en esa orden, la policía procederá a cumplir el requerimiento judicial, declaró a la televisora Unitel el coronel mayor Luis Fernando Guarachi, jefe de la policía anticrimen de esta ciudad.
Al exmandatario también se le acusa de financiamiento del terrorismo, según la orden de captura que difundió la policía.
“La presente orden… podrá ser ejecutada en cualquier hora y día hábil, o en caso necesario, recúrrase a la fuerza pública, respetando el ejercicio de los derechos y garantías”, agrega el requerimiento de la Fiscalía.
En Buenos Aires, Morales calificó la orden de detención como “injusta, ilegal e inconstitucional” y que tiene como propósito “amedrentar e intimidarnos”.
“No me asusta, desde 1989 todos los presidentes hasta 2005 me procesaron de terrorismo, sedición y hasta asesino”, expresó en declaraciones al canal local A24 en la puerta de su residencia en la capital argentina. “Mientras tenga la vida voy a seguir la lucha política por una Bolivia digna y soberana”.
Expresidente boliviano Evo Morales llega a Argentina “para quedarse”
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, presentó el mes pasado, ante la Fiscalía de La Paz, una demanda contra Morales por supuestamente promover los violentos enfrentamientos que dejaron 35 muertos y derivaron en su renuncia con base en un audio en el que supuestamente se escucha al exgobernante ordenar resistir y hacer un cerco a las ciudades para derrocar a la presidenta interina Jeanine Áñez.
En reiteradas ocasiones Morales ha negado los cargos y ha calificado el caso de un montaje de la derecha en su contra. El audio ha sido enviado a Colombia para un examen de peritaje. Por el mismo caso está procesado el exdirigente cocalero Faustino Yucra, actualmente prófugo, quien supuestamente recibe la orden de Morales.
“Si ingresa a Bolivia, un fiscal o cualquier policía puede detenerlo (a Morales) y llevarlo ante un juez que podría ordenar la detención preventiva en un penal ante un posible riesgo de fuga”, dijo a The Associated Press el jurista y docente Williams Bascopé.
El exgobernante renunció a la presidencia el 10 de noviembre, forzado por el ejército, y un día después se fue asilado a México. Actualmente se encuentra refugiado en Argentina. Desde allí dirige a su partido político, el Movimiento Al Socialismo (MAS), para las próximas elecciones que aún no tienen fecha.
Morales ha dicho en Argentina que, al ser expresidente, le corresponde un juicio de responsabilidades. El ministro Murillo aclaró que los cargos son por supuestos delitos después de su renuncia a la presidencia.
Según Bascopé, Morales perdió fuero por los cargos formulados tras su renuncia.
Tras el anuncio, la legisladora Leonilda Zurita, del MAS, dijo que es un abuso. “Nuestro presidente (Morales) tiene volver, lo esperaremos con los brazos abiertos; tiene derecho de regresar a Bolivia. No cometió delito, ni tiene cuentas pendientes”.
Morales renunció el 10 de noviembre tras protestas que lo acusaban de haber montado fraude en las elecciones del 20 de octubre para reelegirse a un cuarto mandato y tras perder el apoyo de la policía y las fuerzas armadas. Una controvertida auditoria electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó que en los comicios hubo “manipulación dolosa” de los votos. Tras su salida, sus partidarios iniciaron protestas contra Áñez. En 35 días de manifestaciones, murieron 35 personas.
Áñez, una senadora opositora, se autoproclamó presidenta interina y convocó a nuevas elecciones en el mes de abril de 2020 en fecha aún por definir.