El comandate Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN en Cuba, negó este lunes que su equipo tuviese “cualquier vínculo” con el atentado del pasado 17 de enero contra una academia de policía en Bogotá, que dejó una veintena de muertos y cuya autoría fue reivindicada por el grupo guerrillero.
Sin embargo, justificó el hecho –que ha sido condenado internacionalmente como un acto de terrorismo–, al decir en una entrevista con la agencia francesa AFP que “en Colombia pasan cosas terribles todos los días” y que nadie puede pedirle al ELN “que si nos atacan nos amarremos los brazos atrás”.
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Beltrán negó tener información previa sobre el atentado, por estar en Cuba desde hace ocho meses, y dijo que la forma en que se produjo el ataque –suicida, con un coche bomba– debe tener “alguna explicación operativa que no conozco”.
Acusó al gobierno de Colombia de lanzar “una ofensiva militar” contra la guerrilla durante los últimos seis meses, frente a la que “ha habido respuestas como la del jueves”.
No obstante, afirmó que “la tarea nuestra en Cuba es sacar adelante la agenda de conversaciones, los hechos que ocurren en Colombia ni los conocemos ni tenemos injerencia o algo que ver con ellos”.
Explicó que el gobierno cubano, al ofrecerse como sede para los diálogos de paz, pidió a los negociadores del ELN “limitarse exclusivamente” a las conversaciones.
“Nosotros hemos cumplido al pie de la letra eso”, enfatizó en declaraciones a la agencia Prensa Latina.
Sobre las implicaciones del atentado para La Habana y sus relaciones con el gobierno de Iván Duque, el jefe negociador dijo que la guerrilla respetaba la posición de la Isla –que condenó el atentado y aseguró este lunes que “jamás” ha permitido que su territorio se usado para la organización de actos terroristas– y afirmó que “cualquier actividad” fuera de Cuba “no le incumbe (al gobierno cubano) y no tiene por qué responder por ella”.
Cuba asegura que jamás ha permitido organizar atentados en su territorio
Beltrán dijo a la AFP que tras el atentado y la suspensión por el presidente Duque de los diálogos de paz, los miembros del equipo negociador descartan “cualquier posibilidad de asilo” y van a mantener el retorno a Colombia “dentro de los 15 días contemplados en el protocolo” para estos casos, que La Habana ha dicho que aplicará.
Sin embargo, el actual gobierno colombiano ha aseverado que no aceptará la aplicación de este protocolo porque nunca se sentó a la mesa de negociaciones con el ELN y porque “no hay protocolo que ampare el terrorismo”.
A pesar de ello, Beltrán afirmó que Bogotá debe aceptar lo acordado con Juan Manuel Santos “por su carácter vinculante” y permitir el regreso seguro de los negociadores para reintergarse a la guerrilla “en vez de pedirle cosas imposibles a Cuba”, en referencia a la petición reiterada por el gobierno de Duque a la Isla para que los entregue.
Además, defendió la importancia de regresar en algún momento a la mesa de diálogo.
“Pese a los ambientes bélicos y ataques que haya, la decisión del Eln es no apartarse de un camino de solución política. Y si en este momento hay una situación más tirante, tenemos la disposición a esperar y a crear condiciones para una reanudación de las conversaciones”, dijo a la AFP.
Beltrán anunció que entregarían los protocolos y acuerdos conseguidos hasta el momento “para que sirvan como punto de partida de una futura negociación” y opinó que “millones de colombianos exigen tanto al gobierno como al ELN que volvamos a la mesa”.