El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este domingo el alta médica anticipada tras haber sido sometido el viernes a una cirugía en la que se le implantó una prótesis de cadera. Ya ha comenzado la recuperación en la residencia oficial.
Pese a que los médicos tenían previsto darle el alta el martes, el jefe de Estado salió en la tarde de este domingo del hospital de Brasilia en el que estaba ingresado y se instaló en el Palacio de la Alvorada, la residencia de la Presidencia brasileña, en donde realizará un proceso de recuperación que debe prolongarse por tres o cuatro semanas.
Recebi alta e já estou no Palácio da Alvorada, de onde irei trabalhar nas próximas semanas. Obrigado pelas orações e todas as mensagens de carinho. Estou me recuperando para trabalhar ainda mais pelo Brasil e correr uma maratona.
— Lula (@LulaOficial) October 1, 2023
“El presidente recibió el alta médica y ya está en el Palacio de la Alvorada”, informó la Presidencia en una nota en las redes sociales.
El Hospital Sirio-Libanés de Brasilia, que ya había anticipado que los médicos evaluaban darle el alta este mismo domingo, divulgó un boletín para anunciar la novedad y explicar que, “tras una buena evolución clínica”, Lula proseguirá una “rehabilitación ambulatorial” en su residencia, bajo los cuidados de los médicos que lo operaron.
Dos operaciones
El jefe de Estado, que este mes cumplirá 78 años, fue sometido a una “artroplastia total de cadera”; es decir, a la sustitución de las articulaciones de la cadera por prótesis de titanio, para corregir problemas en la cabeza del fémur derecho provocados por la artrosis.
El mandatario venía quejándose de los dolores que le dificultaban la movilización y que le ponían de mal humor desde la campaña para las elecciones de octubre de 2022, en las que venció al entonces presidente brasileño Jair Bolsonaro.
También aprovechó para someterse simultáneamente a una cirugía plástica en los párpados de los dos ojos, conocida como blefaroplastia, para remover el exceso de piel alrededor de los ojos.
Según la Presidencia, el proceso de recuperación en el Palacio de la Alvorada necesitará “entre tres y cuatro semanas”, un periodo en el que el mandatario “podrá despachar con normalidad” y no precisará delegar responsabilidades en el vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Sin embargo, tendrá algunas restricciones de movilidad mientras permanezca en reposo, un tiempo en el que estará asistido por sus médicos, y en los primeros días necesitará caminar con ayuda de un andador.
Con información de Efe.