El Instituto Guatemalteco de Migración informó este martes de que un total de 1,647 migrantes cubanos fueron albergados en el país entre enero y abril de este año, aunque tan solo cuatro de ellos fueron expulsados del territorio.
Los cubanos son el grupo de indocumentados más numeroso de migrantes albergados en los centros oficiales del Gobierno guatemalteco, seguidos de 354 haitianos y 241 congoleses, según las cifras compartidas a los medios por la Comunicación Social del Instituto.
En los últimos meses, la cifra de cubanos irregulares en países centroamericanos y México ha experimentado un crecimiento, del cual no escapa Guatemala. Aunque la política de pies secos/pies mojados, que les brindaba privilegios para entrar en EE.UU. fue derogada hace ya dos años, el flujo de nacidos en la Isla hacia el territorio estadounidense continúa.
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En cuanto a los centroamericanos retenidos y albergados en Guatemala, han sido 78 hondureños, 26 salvadoreños, 9 nicaragüenses y 1 panameño. De la misma región han sido expulsados 74 hondureños, 30 salvadoreños y 19 nicaragüenses, los cuales no necesariamente fueron albergados, matizó la entidad migratoria.
Migración guatemalteca detalló que, en total, han sido 2,577 las personas migrantes atendidas provenientes de los continentes americano, africano y asiático, de ellas 1.637 hombres y 940 mujeres.
De Asia han sido 6 afganos y 6 iraquíes los albergados que se suman a los extranjeros que ha resguardado Guatemala en sus albergues oficiales.
Un joven de nacionalidad haitiana (Landiana Caria Vastie), retenido en el albergue general de Migración, dijo este lunes a Acan-Efe que “Guatemala tiene un corazón duro. Nos trata como delincuentes”, mientras lamentó que lo quieran devolver a Honduras, país desde donde entró, pues su objetivo es seguir hacia México.
La portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración, Alejandra Mena, explicó el lunes a Acan-Efe que había albergados ese día 145 migrantes congoleses, haitianos, cameruneses, angoleños y brasileños, entre ellos, 20 menores y algunos de ellos de nacionalidad venezolana o colombiana por ser su país de nacimiento, que se negaban a ser deportados.
Mena reconoció que la idea de enviarlos a Honduras es para cumplir con la ley nacional, que señala que hay que devolver a las personas que entran de forma irregular “a la frontera por la cual ingresaron”. Esto lo querían hacer este lunes, pero el grupo se opuso a ser trasladado y ahora tienen que decidir qué hacer.
Las 145 personas fueron interceptadas el sábado en dos grupos: uno en el Pacífico y otro en el Atlántico. Un flujo migratorio que es normal y que ha mantenido un comportamiento similar a años anteriores.
El pasado viernes, el Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala, Jordán Rodas, instó al Gobierno a no criminalizar a los migrantes, indistintamente de su lugar de origen o nacionalidad.
“No se debe criminalizar a las personas migrantes, la migración es un derecho, todas tienen derechos humanos, su tránsito o permanencia por el país debe ser en condiciones dignas”, opinó.
EFE / OnCuba