Las protestas contra la postergación de las elecciones presidenciales continuaban el lunes por octavo día consecutivo en Bolivia mientras el Ministerio de Salud advirtió sobre una “inminente situación de desastre” sanitario si se prolongan por más tiempo.
Las mesas de diálogo no prosperaron el fin de semana ante posturas de los movilizados afines al exiliado expresidente Evo Morales, quienes exigen efectuar los comicios antes del 18 de octubre, fecha establecida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La víspera grupos civiles se enfrentaron con manifestantes en la ciudad de Cochabamba, en el centro de Bolivia, y debieron ser dispersados por la policía. Los choques recordaron los ocurridos a fines del año pasado, cuando una violenta protesta provocó la muerte de 36 personas y la renuncia de Morales tras unas elecciones que se dijeron fraudulentas.
La situación más crítica se vive en los hospitales debido a la escasez de oxígeno y medicamentos básicos porque los cortes de ruta han cercado a las principales ciudades, donde también han comenzado a escasear los alimentos. El Ministerio de Salud reportó 31 fallecidos por falta de oxigeno.
“Se requiere oxigeno en los hospitales para enfermos con COVID-19, niños prematuros y cirugías de emergencia”, dijo el director de Epidemiología, Virgilio Prieto. El lunes cuatro camiones con oxígeno fueron interceptados en Cochabamba a pesar de que estaban escoltados por la Cruz Roja, dijo Prieto a la emisora Panamericana.
En Cochabamba se vio a familiares recolectar los cuerpos de sus seres queridos para llevarlos a enterrar debido a que las autoridades están tardando en llegar por los bloqueos. “Están embolsando ellos mismos (el cuerpo) para luego llevar a enterrarlos”, dijo Florencio Carballo, presidente de un barrio al sur de esa ciudad.
El diálogo convocado la víspera por la presidenta interina Jeanine Áñez no dio resultado ante la ausencia de líderes políticos y de la COB. En tanto, los manifestantes sumaron otro pedido: la renuncia de Áñez a su postulación presidencial en momentos en que la popularidad de la mandataria está debilitada.
Ante esta situación el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, instó a todas las partes a dejar a un lado sus diferencias y a comprometerse con una solución que resuelva tanto las preocupaciones relacionadas con el coronavirus como el derecho de las personas a votar.
“La Unión Europea es un socio importante de Bolivia en la promoción del desarrollo económico y social, así como en el fortalecimiento del estado de derecho. Si las condiciones de salud y seguridad lo permiten, mantenemos el compromiso de observar un proceso electoral democrático en Bolivia”, dijo en un comunicado de prensa.
La pandemia obligó a retrasar las elecciones en dos ocasiones, la última del 6 de septiembre al 18 de octubre, cuando se espera un descenso en la curva de contagios del nuevo coronavirus.
Hasta el lunes se han registrado en el país 89.999 casos de COVID-19 y 3.640 muertes.