El papa Francisco pidió hoy domingo una vida carcelaria “más humana” después del derramamiento de sangre en una prisión de Ecuador.
La semana pasada, el presidente de Ecuador declaró el estado de emergencia en el sistema penitenciario al cabo de una reyerta en la que murieron al menos 18 personas y 79 resultaron heridas.
Francisco dijo en la Plaza de San Pedro que estaba “muy dolido” por lo que sucedió la semana pasada en la prisión de Guayaquil. Lamentó lo que llamó una “terrible explosión de violencia entre los reclusos pertenecientes a bandas rivales”. “Que Dios ayude a sanar las heridas del crimen que esclavizan a los más pobres”, dijo Francisco
También oró para que Dios ayudara “a todos los que trabajan cada día para hacer la vida en las cárceles más humanas”. El pontífice oró por los muertos y los heridos y sus familias.
Las autoridades aseguraron que ha sido el peor incidente de violencia en las cárceles del país. Al menos cinco de los muertos fueron decapitados.
Associated Press/OnCuba.