Un año después de que las llamas consumieron la estructura de 200 años de antigüedad del Museo Nacional de Brasil y destruyeron casi la mitad de su irremplazable contenido, sus administradores e investigadores están reconstruyendo lentamente el que fuera uno de los museos más importantes de Latinoamérica.
Mientras las autoridades marcaban el lunes el aniversario del devastador incendio, el director del museo Alexander Kellner dijo que el personal alberga esperanzas de que la institución abra de nuevo para cuando Brasil festeje su bicentenario en 2022.
El 46% de la colección fue destruida y un 19% adicional sobrevivió porque estaba ubicada en otra parte, dicen los funcionarios.
Kellner dijo que ahora el personal está trabajando para reparar o restaurar el otro 35%. Indicó que los albañiles están comenzando a reconstruir la fachada del museo y el techo.
“Sufriré todos los días de mi vida por esta tragedia”, afirmó durante la inauguración de una pequeña exhibición de 11 artefactos que sobrevivieron, la cual se llevó a cabo en otro museo.
“Pero hoy estamos dándole la vuelta a la página e iniciando una nueva fase, necesaria, de reconstrucción del museo. Nos sentimos muy optimistas”, afirmó.
Entre los artículos recuperados están un escudo samurái del siglo XIX y una máscara, una lámpara y un jarrón de la antigua Roma, así como cerámica precolombina de Perú.
El Museo Nacional es considerado la institución científica más importante de Brasil. El fuego, provocado por equipos de aire acondicionado mal instalado, acabó con cientos de años de historia y años de trabajo.
Algunos empleados e investigadores del museo se sintieron tan desconsolados que se han hecho tatuajes de la fachada o del logotipo del museo y han publicado imágenes en las redes sociales con el hashtag #MuseuNaPele, “el museo en mi piel”.
Los líderes de la reconstrucción anunciaron previamente que habían recuperado 200 artículos de la colección egipcia, la mayor en Latinoamérica. Entre los artículos más preciados que se salvaron están el cráneo y el fémur de “Luzia”, el fósil humano más antiguo en el continente americano, hallado por los investigadores mientras revisaban las cenizas.