La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue trasladada a otra cárcel durante la madrugada de hoy sábado después de que un juez anulara una orden para que fuera atendida de hipertensión en una clínica.
La Dirección de Régimen Penitenciario informó que la salud de la exmandataria es “estable” y que el cambio se habia hecho para darle una mejor atención médica en otro penal con mejores condiciones.
“Me sacaron diciéndome que iba a la clínica”, dijo Áñez en un breve contacto con la prensa durante su traslado en una ambulancia. Lleva cinco días de detención preventiva por cargos de terrorismo y sedición.
Áñez, de 53 años, tiene problemas con la presión arterial y a raíz de su detención en una cárcel el cuadro se le complicó. Su familia buscó varias formas para que fuera trasladada a un hospital, informó su hija Carolina Ribera.
La tarde del viernes la familia consiguió la orden legal para que pueda ser tratada en un centro de salud; sin embargo, horas después el juez retrocedió y la envió a una unidad médica del Instituto de Investigación Forense (IDIF).
Ante las críticas de los opositores, el presidente Luis Arce dijo que no se trataba de “ni de odio ni de venganza, sino de justicia”.
Un cabildo en la ciudad de La Paz pidió la libertad de Añez y de dos de sus exministros.
El gobierno de Arce y su partido la acusan de participar en un golpe de Estado, por lo que abrieron un caso de sedición y terrorismo, cuestionado por la oposición.
Associated Press/OnCuba.