La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) mantiene la carga de crudo los puertos venezolanos “con normalidad”, de acuerdo con un comunicado de la empresa.
“Los buques petroleros vinculados a las operaciones de PDVSA continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas, en legítimo ejercicio de los derechos a la libre navegación y al libre comercio”, refiere la nota oficial.
Del mismo modo, ratifica su compromiso “con la defensa de la soberanía energética” de la Venezuela, así como “el cumplimiento de sus compromisos comerciales legítimos y la protección de sus operaciones marítimas, actuando siempre en apego a la Constitución, las leyes marítimas internacionales y los principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas”.
La postura de PDVSA resulta un desafío a la orden de Donald Trump de un “bloqueo total” contra los buques sancionados que entren o salgan de aguas venezolanas, una medida que amenaza con semiparalizar los ingresos de la nación con las mayores reservas de petróleo del mundo.
La operación de carga, suspendida días atrás por un ciberataque, se retomó en momentos en que decenas de buques permanecen fondeados en aguas venezolanas, algunos en “modo oscuro” — léase con sus sistemas de geolocalización apagados—, a la espera de instrucciones ante el riesgo de ser incautados por fuerzas estadounidenses, según reportes internacionales de prensa.
Trump ordena bloqueo naval contra Venezuela y eleva riesgo de guerra abierta
Trump endurece el discurso contra Caracas
Mientras, el presidente Trump sigue endureciendo su discurso contra Caracas y ampliando los objetivos inicialmente señalados contra el país sudamericano.
El mandatario estadounidense declaró desde la base aérea Andrews que Venezuela “les quitó los derechos energéticos a las empresas estadounidenses” y aseguró que quiere “recuperarlos”.
“Lo queremos de vuelta. Nos quitaron nuestros derechos petroleros, a pesar de que hay mucho petróleo allí. Expulsaron a nuestras empresas, y lo queremos de vuelta”, dijo Trump, al anunciar el despliegue de buques de guerra en el Caribe y el Pacífico. La orden presidencial, sin embargo, no precisó cómo se implementará el bloqueo ni qué agencias lo ejecutarán.
En 2007, el entonces presidente Hugo Chávez obligó a las transnacionales a convertirse en socias minoritarias de PDVSA o abandonar el país, en una medida para retomar el control mayoritario de los recursos petrolíferos del país. Exxon y Conoco se negaron y sus activos fueron expropiados.
El pasado 10 de diciembre, fuerzas estadounidenses incautaron el buque Skipper, el primer cargamento venezolano confiscado por Estados Unidos en esta nueva fase de sanciones y amenazas, inicialmente enfocada por Washington como combate contra el narcotráfico.
Analistas señalan que la medida busca asfixiar aún más la economía venezolana, dependiente en un 90% de las exportaciones de crudo.
EEUU incauta barco petrolero venezolano en escalada sin precedentes contra Maduro
Caracas habla en voz alta
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro afirmó este miércoles que el país seguirá comercializando su petróleo pese a las amenazas de Washington de bloquear los buques de crudo que entren y salgan de esta nación caribeña.
“Venezuela seguirá comerciando todos sus productos y seguirá el comercio para allá y para acá de nuestro petróleo y de todas nuestras riquezas naturales que por Constitución pertenecen a su único dueño legítimo que es el soberano pueblo de Venezuela”, expresó el gobernante durante un conservatorio con integrantes de la Sociedad Bolivariana.
Entretanto, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, rechazó “rotundamente las delirantes declaraciones” de Trump y calificó la orden de bloqueo como un “acto de piratería”.
En un comunicado leído en la televisión estatal, Padrino aseguró que las Fuerzas Armadas no caerán “en provocaciones” y que el país defenderá su soberanía.
“Le decimos al gobierno norteamericano y a su presidente que no nos intimidan sus burdas y soberbias amenazas”, afirmó el ministro, acompañado del alto mando militar. Según Padrino, las acusaciones de Washington sobre robo de petróleo y vínculos con el narcotráfico son “fantasiosas e incoherentes” y forman parte de un plan para “forzar un cambio de régimen y apoderarse groseramente de nuestro petróleo”.
Por su parte, el canciller Yván Gil agradeció a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por instar a Naciones Unidas a asumir un papel activo frente a la escalada de tensiones. en un
En un mensaje difundido en redes sociales, Gil subrayó que los buques vinculados a PDVSA “continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas”, en sintonía con el comunicado de la empresa estatal.
Un “salvavidas” económico en riesgo
Los analistas advierten que la amenaza de bloqueo naval podría cortar un “salvavidas clave” para la economía venezolana. Según la consultora Capital Economics, un menor envío de petróleo “cortaría de inmediato la entrada de divisas” y agravaría la crisis de importaciones en un país que depende de bienes intermedios y productos terminados.
Por su parte, David Smilde, profesor de la Universidad estadounidense de Tulane, señaló que una implementación completa de la orden de Trump causaría “una enorme contracción económica”.
“Este es un país que tradicionalmente importa mucho, desde papel higiénico hasta contenedores de alimentos. Si no tienes divisas entrando, eso simplemente detiene toda la economía”, explicó.
Smilde añadió que la amenaza de Trump refuerza el discurso del chavismo. “Han estado diciendo desde el inicio que Estados Unidos quiere su petróleo. Ahora, finalmente, tienen la evidencia”, sostuvo.
Jim Burkhard, director global de mercados petroleros de S&P Global, matizó que la medida contra los buques sancionados “no representa un cambio de paradigma en el mercado petrolero”, aunque sí incrementa la incertidumbre en los flujos de energía hacia Asia, especialmente China, principal destino del crudo venezolano con un promedio 800 mil barriles diarios de crudo.
China, la potencia previsora
Según informes del portal Mundo Marítimo, el volumen de crudo venezolano almacenado en tanqueros en alta mar alcanzó poco más de 20 millones de barriles, el nivel más alto en más de tres años, según datos de la firma de seguimiento Kpler reportados por Bloomberg.
Esta acumulación podría contribuir a mitigar eventuales interrupciones en el suministro hacia China dada las medidas punitivas de Washington.
De acuerdo con la información disponible, una parte significativa de estos cargamentos se encuentra en aguas asiáticas, lo que facilita su acceso por las refinerías chinas. El volumen actual representa un aumento frente a los aproximadamente 18 millones de barriles registrados a comienzos de mes.
Si bien China no ha reportado importaciones oficiales de crudo venezolano desde marzo, datos de seguimiento marítimo y de terceros indican que los flujos hacia Asia se han mantenido durante todo el año.
Los principales compradores en China son las refinerías independientes, conocidas como teapots, que adquieren crudo venezolano Merey, un petróleo pesado con alta densidad y viscosidad. El mismo se utiliza principalmente para la producción de betún que se comercializa con descuentos relevantes dado que requiere procesos costosos como el mejoramiento (upgrading) para convertirlo en derivados más ligeros y útiles.

Buques en espera y reacciones internacionales
Datos de TankerTrackers.com indican que unos 15 millones de barriles de crudo permanecen cargados en al menos 15 buques en aguas venezolanas. Algunos clientes habrían exigido descuentos y cambios en contratos para compensar el riesgo de transporte, refieren reportes.
Al mismo tiempo, los principales centros de almacenamiento del país se acercan a su capacidad máxima, lo que podría obligar a PDVSA a reducir la producción en cuestión de días.
No obstante, Chevron, socia de PDVSA con licencia especial del Departamento del Tesoro, mantiene operaciones y cargaba dos buques con destino a Estados Unidos, según fuentes marítimas. La compañía estadounidense se ha convertido en una excepción en medio de las sanciones, mientras otros transportistas optan por desviar sus rutas para evitar el Caribe, patrullado por buques estadounidenses.
En este escenario, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum pidió a la ONU “asumir su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre” y ofreció a México como mediador en caso de un eventual conflicto.
Por su parte, Naciones Unidas, a través de su portavoz Farhan Haq, instó a la moderación y recordó que la Carta exige a los Estados miembros abstenerse del uso de la fuerza.
Irán y China, al igual que Cuba, también expresaron su rechazo a las medidas de Washington. El ministro chino Wang Yi calificó el bloqueo como “acoso” y reafirmó el apoyo de Pekín a Caracas.
La mayoría del crudo venezolano se dirige al gigante asiático y aunque el volumen no es tan grande como el de Arabia Saudita o Rusia, sirve como complemento clave en la política de seguridad energética de la segunda economía planetaria.













