“La Comisión Central de Control Disciplinario del Partido Comunista de China decidió enviar un grupo de investigadores a la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, para que lleve a cabo una investigación amplia de la situación con el doctor Li Wenliang”, comunicó la comisión.
La noticia de la muerte de Li, oftalmólogo de 34 años, se hizo pública en la víspera y centró la atención de la comunidad mundial, provocando una ola de mensajes de indignación y lamentos en las redes sociales.
Después de varias horas de confusión y comentarios encontrados, las autoridades chinas reconocieron que Li Wenliang, del Hospital Central de Wuhan, falleció por una neumonía causada por el nuevo coronavirus.
El joven doctor fue de los primeros en alertar sobre el nuevo coronavirus. A finales de diciembre pasado compartió con sus colegas en la red social WeChat la aparición de casos similares al síndrome agudo respiratorio y grave (SARS) que se confirmaron luego como coronavirus. Aquella advertencia, sin embargo, le valió una reprimenda policial, por difusión de “comentarios falsos”.
El médico siguió trabajando hasta que contrajo el nuevo virus y permaneció en estado crítico durante los últimos días.
La Comisión Nacional de Supervisión anunció este viernes que enviará un grupo de inspectores a Wuhan para investigar a fondo los detalles del caso.
A finales de 2019, China anunció haber detectado una nueva cepa de coronavirus, catalogada como 2019-nCoV, en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei.
La enfermedad puede transmitirse de persona a persona y es contagiosa sin que haya síntomas durante la fase de incubación, de hasta 14 días.
El 2019-nCoV provocó hasta la fecha casi 640 defunciones, entre ellas al menos dos fuera de la China continental, e infectó a alrededor de 31.500 personas a lo largo del mundo, en su inmensa mayoría en esta nación asiática.
El 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó una emergencia internacional por la propagación del nuevo coronavirus.