China anunció este martes la imposición de aranceles del 10 y el 15 % a ciertos productos importados desde Estados Unidos.
La medida, que se pondrá en práctica a partir del 10 de febrero, responde a la entrada en vigor de los gravámenes adicionales del 10 % impuestos por Donald Trump a los productos chinos.
Las tarifas selectivas impuestas por China afectan a productos como el petróleo, el gas licuado, la maquinaria y los automóviles de gran cilindrada.
China impondrá aranceles de entre el 10 y el 15 % a productos de Estados Unidos
Es la respuesta de Pekín a la imposición de gravámenes adicionales que impuso el presidente estadounidense Donald Trump.
Pekín también anunció una investigación antimonopolio contra Google.
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— DW Español (@dw_espanol) February 4, 2025
El anuncio supone una intensificación de la guerra comercial en la que ambas potencias llevan inmersas desde la primera presidencia de Trump (2017-21), aunque expertos consideran que ahora China busca negociar desde una posición de fuerza.
Investigación a Google
Las contramedidas incluyen una investigación a Google por presuntamente violar las leyes antimonopolio del gigante asiático, una disposición con tintes simbólicos (su actividad en China es mínima, dado que el buscador y otros servicios están censurados desde 2010), si bien la empresa mantiene presencia publicitaria de manera indirecta a través de colaboraciones y acuerdos estratégicos.
China también anunció controles a las exportaciones de minerales clave para fabricar semiconductores y baterías, algo que continúa a otra disposición similar tomada el año pasado para responder a las restricciones tecnológicas durante la presidencia de Joe Biden.
El Ministerio de Comercio chino señaló en un comunicado que toma la decisión “de acuerdo con la ley”, con el fin de “salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales” y para “cumplir con las obligaciones internacionales como la no proliferación”.
Agregó también dos empresas estadounidenses, Pvh Group -que posee las firmas Tommy Hilfiger y Calvin Klein-, y Illumina, a la lista de entidades no confiables por “violar los principios del mercado, interrumpir las transacciones normales con empresas chinas, adoptar medidas discriminatorias y dañar gravemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”.
Pekín también presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los aranceles de Trump, impuestos a cuenta del fentanilo, porque “violan gravemente” las normas del organismo y “no abordan los problemas de Estados Unidos” sino que “socavan la cooperación económica” bilateral.
Trump retrasó a un mes los aranceles que había impuesto a Canadá y México, pero las tarifas del 10 % a las importaciones chinas entraron en vigor.
En su primera presidencia (2017-2021), Trump ya mantuvo una relación tensa con China al imponer varias tandas de tarifas por valor de unos 370.000 millones de dólares anuales, a lo que el país asiático respondió con gravámenes a las exportaciones estadounidenses.
En 2020, ambos países firmaron una tregua con un acuerdo preliminar que, no obstante, mantenía en vigor gran parte de los aranceles aplicados en sucesivas rondas. El acuerdo, que no se llegó a implementar, implicaba que China aumentaría las compras de productos estadounidenses en sectores como el agrícola.
Los aranceles del 10% impuestos por EE. UU. están muy lejos de los aranceles de más del 60% que Trump había amenazado con imponer a China durante su campaña, lo que deja ver que podrían incrementarse si las partes no logran llegar a un acuerdo sobre una serie más amplia de cuestiones.
Con información de Efe y CNN.