Akira Tanimoto dijo que su departamento sobrevivió por poco a las inundaciones y deslaves que azotaron su complejo residencial durante el fin de semana, pero aunque quiera regresar a casa con su esposa y sus dos pájaros, no puede hacerlo porque no hay agua, ni electricidad, ni comida.
Tras su desesperada huida de las inundaciones que afectaron al complejo, que se cobraron la vida de aproximadamente una docena de vecinos, el lunes regresó al lugar para comprobar en qué estado había quedado su departamento. Por suerte, estaba prácticamente intacto. Aprovechó la visita para sacar a sus queridas mascotas, a las que tuvo que dejar atrás.
Tanimoto quiere volver a casa con su esposa, Chieko, y con sus periquitos, Pi-chan y Kyako-chan, pero dijo que pasarán varias semanas hasta que se recuperen los suministros y el lugar quede limpio.
“Puedo regresar si quiero”, dijo el militar retirado, de 66 años, mientras los dos pájaros que llevaba en una jaula cantaban. “No hay electricidad, el agua está cortada y no hay información”.
Cuadrillas de socorristas recorrían el martes cuestas cubiertas de lodo y riberas en busca de decenas de personas reportadas como desaparecidas tras las inundaciones y deslaves ocasionados por días de intensas lluvias en el suroeste de Japón, donde la cifra de muertos supera ya las 130 personas.
Miles de viviendas no tenían agua potable ni electricidad en Hiroshima y en otras zonas afectadas, donde muchos hacían fila para recibir agua bajo un sol abrasador con temperaturas de hasta 35 grados Celsius (93 Fahrenheit).
Los deslaves e inundaciones registrados en gran parte del oeste de Japón dejaron al menos 134 fallecidos, dijo el secretario jefe del gobierno nipón, Yoshihide Suga, en una conferencia de prensa el martes. Se cree que otras siete personas podrían están también muertas.
Algunos de los miles de residentes que fueron evacuados de la zona, algunos tras ser rescatados de los tejados de sus casas, iniciaron las tareas de limpieza el lunes, cuando cesaron las precipitaciones.
El gobierno habilitó un grupo de trabajo e invertirá 2.000 millones de yenes (18 millones de dólares) para acelerar la entrega de suministros y otros productos a centros de evacuación y a residentes de la región, añadió Suga.
AP / OnCuba