La policía disparó gases lacrimógenos después de un partido de fútbol en Indonesia en un intento por detener la violencia, lo que desencadenó una desastrosa avalancha de fanáticos corriendo aterrorizados hacia las salidas y dejando al menos 125 muertos, la mayoría pisoteados o asfixiados.
La atención se centró de inmediato en las medidas policiales de control de multitudes en el partido del sábado por la noche entre el anfitrión Arema FC de la ciudad de Malang en Java Oriental. Los testigos describieron a los agentes golpeándolos con palos y escudos antes de disparar gas lacrimógeno directamente a la multitud.
El presidente Joko Widodo ordenó una investigación de los procedimientos de seguridad. El presidente de la FIFA calificó las muertes como “un día oscuro para todos los involucrados en el fútbol y una tragedia más allá de la comprensión”.
Si bien la FIFA no tiene control sobre los partidos nacionales, ha desaconsejado el uso de gases lacrimógenos en los estadios de fútbol. Las peleas son comunes entre los fanáticos rivales del fútbol indonesio, tanto que el organizador prohibió la entrada de los seguidores de Persebaya al estadio de Arema.
Pero la violencia estalló cuando el equipo local perdió 3-2 y algunos de los 42 000 hinchas de Arema, conocidos como “Aremania”, arrojaron botellas y otros objetos a jugadores y funcionarios del fútbol.
Los testigos dijeron que los fanáticos inundaron el campo del estadio Kanjuruhan y exigieron que la gerencia de Arema explicara por qué, después de 23 años de partidos invictos en casa contra Persebaya, este terminó en una derrota.
Al menos cinco vehículos policiales fueron derribados e incendiados fuera del estadio. La policía antidisturbios respondió disparando gases lacrimógenos, incluso hacia las gradas del estadio, lo que provocó el pánico entre la multitud.
“Los oficiales dispararon gases lacrimógenos directamente a los espectadores en las gradas, obligándonos a correr hacia la salida”, dijo un testigo. “Muchas víctimas cayeron por falta de aliento y dificultad para ver debido a los gases lacrimógenos. Fueron pisoteadas”.
Otros se asfixiaron y fueron pisoteados mientras cientos de personas corrían hacia la salida para evitar los gases lacrimógenos. En el caos, 34 murieron en el estadio, incluidos dos oficiales, y algunos informes incluyen niños entre las víctimas.
El jefe de la Policía Nacional, Listyo Sigit Prabowo, dijo que la cifra de muertos había sido revisada de 174 a 125, luego de que las autoridades descubrieran que algunas de las víctimas se contaron dos veces. Más de 100 recibían tratamiento intensivo en ocho hospitales, 11 de ellos en estado crítico.
Associated Press/OnCuba