El gobierno de Australia se ha disculpado formalmente con las víctimas de abuso sexual infantil institucional. Después de una investigación de cinco años se encontraron al menos 8,000 delitos en instituciones como escuelas, iglesias, grupos de jóvenes, orfanatos, hogares de acogida o clubes deportivos.
“Hoy, nos enfrentamos a una pregunta demasiado horrible ¿por qué los niños de nuestra nación no fueron amados, cuidados y protegidos? ¿Por qué fue traicionada su confianza?” dijo en su discurso este lunes el primer ministro, Scott Morrison, a más de 800 víctimas y familiares de víctimas de abusos en la Cámara de Representantes australiana.
Tras disculparse, el primer ministro afirmó: “Nada de lo que podamos hacer ahora corregirá los males infligidos”.
Algunos asistentes llevaban insignias con nombres de seres queridos que habían sufrido abusos. “Ocurrió en lugares donde un depredador pensó que podía salirse con la suya y los sistemas dentro de estas organizaciones permitieron que esto sucediera, hicieron la vista gorda. Sucedió día tras día, semana tras semana, mes tras mes, década tras década”. El primer ministro reconoció que el Estado también fue responsable cada vez que “un niño habló y no se le creyó” .
No solo el oficialismo hizo un mea culpa. El jefe de la oposición Bill Shorten afirmó: “lamentamos que el abuso, el asalto y la violación de niños continúen y estén siendo encubiertos”. “Lamentamos que todos en este parlamento no hayamos hecho lo suficiente”, agregó Shorten.
Hubo aplausos cuando se mencionó a la ex primera ministra Julia Gillard. Fue Gillard quien estableció la “Comisión real para la investigación del abuso sexual infantil institucional” en 2013, sin el cual cientos de crímenes no se habrían expuesto. Gillard fue invitada al escenario en el Gran Salón del Parlamento y dijo: “Estoy donde quería estar, con los sobrevivientes y sus familiares y amigos”.