Con la visita a Cuba del canciller español, José Manuel García-Margallo, el Partido Popular (PP) termina de dar un giro de 180 grados a su política de aislar a La Habana, impulsada por el ex presidente José María Aznar, quien promovió la Posición Común europea, en 2003.
En aquel entonces, el gobierno cubano respondió a la presión con una postura intransigente, algo que deberían haber previsto los estrategas europeos. Les hubiera bastado estudiar la historia del conflicto que enfrenta a Washington y Cuba desde hace más medio siglo.
Más tarde y paso a paso Bruselas empezó a retroceder, primero dejaron de invitar a los disidentes a las recepciones diplomáticas, acabando así la “guerra de los canapés” en la que las embajadas europeas, de un día para otro, se aislaron del gobierno y de la sociedad civil cubana.
Después levantaron el bloqueo a la cooperación para el desarrollo con Cuba, una medida que tuvo poco efecto práctico. La mayoría de los cubanos ni siquiera se habían percatado de que este bloqueo existió, cuando turistas y empresarios europeos llenaban el paisaje de la Isla.
Ahora Europa tiene que apurarse porque desde hace 2 años Washington y La Habana negocian distintos aspectos de sus relaciones bilaterales, desde seguridad aérea y respuesta a catástrofes hasta la coordinación de acciones para al enfrentamiento del ébola en África.
Los seis editoriales del periódico The New York Times, pidiendo a Obama sentarse a negociar con Cuba, podrían ser el preámbulo de un cambio de política de Washington, algo que dejaría a la Posición Común europea en una posición muy incómoda.
Los disidentes cubanos no comprenden la política de la derecha europea. La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, se queja porque en su visita a Cuba el ministro español no recibió a miembros de la disidencia y a las mujeres de la asociación que ella preside.
En España los anticastristas cubanos dicen que se sienten “traicionados”. El presidente de “Cuba Democracia ¡Ya!”, Rigoberto Carceller, aseguró que el Partido Popular los “manipuló para que nos peleáramos con el Gobierno anterior”, pero “todo lo que nos prometieron era mentira”.
La irritación también se extiende a los EE.UU. donde los líderes del exilio presionan a Obama para que no negocie con La Habana. El senador cubanoamericano Bob Menéndez recomienda enfrentarse a todos los países del área para evitar que Cuba asista a la Cumbre de las Américas.
El anticastrismo externo e interno intenta que sean los gobiernos extranjeros, en particular el de los EE.UU., los que le hagan la tarea. Es una política que se mantiene desde 1959, cuando los opositores se fueron a esperar en Miami que “los americanos tumben a Castro”.
Seguramente habría muchos más opositores en Cuba si no hubieran emigrado tantos. Y hoy sigue siendo igual, en 2010 se liberó a todos los presos políticos pero solo una docena de ellos decidió permanecer en el país, mientras más de 200 emigraron a España con todos sus familiares.
Para la invasión de Cuba por Bahía de Cochinos recibieron entrenamiento, armamento, barcos y aviones de los EE.UU. Sin embargo, culparon de la derrota al Presidente Kennedy a pesar de que fueron los cubanos anticastristas quienes se rindieron en masa en menos de 72 horas.
Medio siglo después poco han cambiado las cosas, todavía le reclaman a Washington y a Bruselas que jueguen el rol que solo les toca a los cubanos. Y la historia de Cuba da buenas lecciones sobre el papel del Gran Hermano resolviendo problemas de esta nación.
La ayuda que los EE.UU. brindaron a los mambises para lograr la independencia de España obligó después a los cubanos a aceptar una enmienda constitucional (Platt) que le permitió a Washington invadir militarmente la Isla 3 veces en menos de 30 años.
En la reunión con la revista OnCuba, Ernesto Londoño, miembro del equipo editorial del New York Times, les preguntó a los jóvenes periodistas cubanos que podría hacer EE.UU. para acelerar los cambios en la Isla, le respondieron que la mejor ayuda consiste justamente en no hacer nada.
Ahora resulta que los Americanos son los buenos y los españoles son los malos que deben apresurarse por que de un momento a otro se normalizan las relaciones entre Cuba y EU, Fernando en que mundo vives jajaja, y yo pensé que el optimista era yo. Evidentemente a la Habana le gusta mantener su estado de confrontación pues a pesar de que Margallo vino a conversar varias cosas en la dirección de la normalización de las relaciones Raul lo dejó plantado. Según tu punto de vista los Castros ahora dicen ya no necesitamos a los europeos tenemos a los americanos jajaja eso me parece poner la carreta delante de los bueyes no crees, a menos que tu sepas algo mas que nosotros no sabemos.
Excelente nota de análisis. Al duro y sin caretas!
“Ahora Europa tiene que apurarse porque desde hace 2 años Washington y La Habana negocian distintos aspectos de sus relaciones bilaterales, desde seguridad aérea y respuesta a catástrofes hasta la coordinación de acciones para al enfrentamiento del ébola en África.
Los seis editoriales del periódico The New York Times, pidiendo a Obama sentarse a negociar con Cuba, podrían ser el preámbulo de un cambio de política de Washington, algo que dejaría a la Posición Común europea en una posición muy incómoda.”Obama no va a hacer ningún cambio de política hacia Cuba,porque tiene el congreso copado por los republicanos quienes no lo permitirán,y el no está loco que imponer nada respecto a Cuba por decreto.Y,por cierto,al disidente que aparece en la foto lo han intentado asesinar en La Habana.Escribirás sobre eso?
Comenta Fernando Ravsberg:
La ayuda que a los EE.UU. brindaron a los mambises para lograr la independencia de España obligó después a los cubanos a aceptar una enmienda constitucional (Platt) que le permitió a Washington invadir militarmente la Isla 3 veces en menos de 30 años.
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Me disculpa el periodista que, en ocasiones, logra poner el dedo en la llaga…. pero
nada aporta
matraquilar al cabo de tantos annos con es un tema ya gastado. !No jodas! Me parece estar leyendo una de esas reflexiones,
Ignacio, lo que al parecer tú no sabes es que el hecho de que lo haya recibido Díaz-Canel ya es más que suficiente, pues todo indica que él será el próximo presidente de Cuba.
Inagotable, tu crees que es cosa del pasado?. Acabo de enterarme que después que se vayan las tropas de la OTAN de Afganistán se quedarán 10 mil militares estadounidenses hasta el 2024. Te parece cosa del pasado?. Un abrazo.
“Roma los paga, pero los desprecia”, algo que debian ya saber, asi que la queja de los opositores esta de mas, pura perreta y pataleo.
Que pena por los jovenes periodistas “de On Cuba”. No te preocupes Marti, quedan otros y son mayoria.
Inagotable, no hay nada mas sabio que recordar y no olvidar jamas nuestra historia.
Y a mi qué me importa lo que haga Estados Unidos en afganistán,si Cuba se nos está cayendo a pedazos.
Sigue con tus escritos ,que les duela a los gusanos y dolaresdisidentes ,oir la verdad ,yo no creo que se caera el bloqueo ni creo que Espagna o Usa quieran algo bueno para Cuba al igual que Europa con Bruselas a la cabeza solo quieren otra colonia barata al estilo del Congo ,los gusanos y asecinos de los Diaz balart ,la loba asecina feroz de Letienen y el Marco Rubio ,y el pedofilo de Medendez solo quieren venganza y volver a su bordel privado made in Cuba ,de la cosa nostra ,no gastes tus energias en anonimos seudonimos y nombres de cine ,sigue tu linea ,que aunque a veces no este de acuerdo con tus escritos los apoyo por escribir tu verdad .Cuba de los cubanos ,ni norteamericana ,ni espagnola mejor la queriamos Rusa .
Mejor la queríamos Rusa… en serio…. El problemas de muchos es que se han creído el cuento del gobierno de que sin ellos no podemos tener una nación independiente, que excepto los Castro todos los demás somos una bola de incapaces, que ellos son los elegidos, lo curioso es que no se compaginan eso con el comunismo donde se supone que no hay grandes lideres sino que al país contribuyen todos.
Es evidente que, para no pocos, hacer un buen periodismo significa hablar mal de Cuba. Opi emos sobre Cuba, con sus defectos, que no son pocos y con sus virtudes, que son muchas.