El Gobierno de Canadá ha suspendido el otorgamiento de permisos de trabajo a extranjeros como respuesta a las críticas sobre la política migratoria nacional.
Esta medida, que ya había sido implementada durante la pandemia de la Covid-19, persigue limitar el número de trabajadores extranjeros en la economía local y tener un mayor control de las personas que solicitan refugio, informó la cadena CBC.
El objetivo es “recalibrar el número de residentes temporales en Canadá y preservar la integridad del sistema de inmigración”, afirmó el Ministerio de Inmigración en un comunicado.
En los últimos meses, el aumento del costo de la vida, el poco acceso a viviendas asequibles y la gran tasa de desempleo entre nuevos inmigrantes provocaron protestas en diversos sectores de la sociedad que demandaban cambios a las políticas migratorias canadienses.
El Gobierno decidió cambiar las regulaciones para la autorización de peticiones de refugio, impuso límites al número de estudiantes extranjeros y anunció reducciones sustanciales en el programa de trabajadores temporales extranjeros con el objetivo de reducir del 6.1 % al 5 % la proporción de residentes temporales extranjeros con respecto al total de la población.
El número de residentes temporales extranjeros en Canadá es de 2.8 millones de personas, cifra que se duplicó en comparación con 2022, cuando era de 1.4 millones.
Canadá anunció también que en los próximos meses dará a conocer cambios para reducir la inmigración permanente.