China afirmó el domingo que no iniciará una “desastrosa” guerra comercial con Estados Unidos, pero anunció que defenderá sus intereses nacionales frente al aumento del proteccionismo estadounidense.
El ministro de Comercio de China, Zhong Shan, habló de la postura de Beijing en reacción al plan del presidente Donald Trump de imponer fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
“En una guerra comercial no hay ganadores, y sería desastrosa para nuestros dos países y para el resto del mundo”, dijo Zhong en una conferencia en la sesión anual del parlamento chino.
“China no desea librar una guerra comercial, y no iniciará una guerra comercial, pero podemos enfrentar cualquier desafío y defenderemos enfáticamente los intereses de nuestro pueblo y nuestra nación”, añadió.
Las autoridades chinas han amenazado en el pasado con adoptar represalias frente a las barreras comerciales, pero no han emprendido medidas directas después del anuncio de Trump.
Estados Unidos exagera 20 por ciento su déficit comercial con China cada año, declaró Zhong durante una reunión de la legislatura china.
El ministro de comercio también atribuyó el déficit en parte a los controles a las exportaciones de alta tecnología estadounidense a China.
El ministro no dio detalles de cómo llegó a esa cifra, pero usualmente hay discrepancias en las cifras comerciales que difunden los gobiernos de China y Washington, ya que China cuenta solamente el puerto de entrada de los productos y no su destino final.
Trump impone aranceles
“La industria estadounidense del aluminio y el acero ha quedado devastada por las agresivas prácticas comerciales extranjeras. Realmente es un ataque a nuestro país. Ha sido un ataque”, dijo Trump en la Casa Blanca días atrás. El presidente estuvo acompañado por trabajadores de la industria del acero y el aluminio que sostenían sus cascos blancos.
Los trabajadores estadounidenses del acero y el aluminio han sido traicionados desde hace tiempo, pero “esa traición ya terminó”, comentó Trump. El mandatario dijo que durante muchos años los políticos han lamentado el declive de esas industrias, pero nadie estaba dispuesto a tomar acciones.
Como lo indicó previamente, Trump dijo que impondrá aranceles del 25 por ciento a la importación de acero y 10 por ciento al aluminio.
En tanto, líderes empresariales siguen expresando su preocupación sobre las potenciales consecuencias económicas a raíz de los aranceles, y el presidente y director general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Tom Donahue, planteó la posibilidad de que se desate una guerra comercial a nivel global. Ese escenario, dijo Donahue, pondría en peligro el impulso económico generado por los recortes fiscales aprobados por los republicanos, y la reducción de regulaciones que ordenó el mandatario.
“Exhortamos al gobierno a asumir seriamente este riesgo”, agregó.
AP / OnCuba