La presidenta Claudia Sheinbaum solicitó este miércoles un reporte detallado al consulado de su país en Miami sobre las condiciones en las que se encuentran los 30 mexicanos internados en el centro de detención migratoria Everglades, conocido popularmente como el “Alcatraz de los Caimanes”.
La mandataria expresó profunda preocupación por las denuncias de hacinamiento, malos tratos y violaciones a los derechos humanos en esta cárcel ubicada en la pantanosa región del sur de Estados Unidos.
Según informó en su conferencia matutina de prensa, ya se brinda atención consular a los mexicanos recluidos en ese centro de Florida.
Sheinbaum destacó la labor insistente del cónsul Rutilio Escandón, quien logró acceder al lugar para dialogar con los migrantes y verificar las condiciones, a pesar de las dificultades para entrar.
“Estuvo insistiendo para apoyar a cualquier mexicano en circunstancias tan evidentes como las que vimos en las imágenes difundidas”, subrayó la presidenta.
Nota diplomática
La preocupación del Gobierno mexicano trasciende la simple supervisión. Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores, envió una nota diplomática a la Administración estadounidense, exigiendo la repatriación inmediata de los mexicanos retenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Sheinbaum subrayó que no deben estar detenidos en ese centro, y exigió que se respeten los derechos humanos conforme a la legislación estadounidense. “Es necesario que los mexicanos regresen a casa dignamente y no bajo estas condiciones deplorables”, enfatizó.
La exigencia estuvo acompañada de un fuerte señalamiento político y social. La mandatario resaltó el dolor y la preocupación que provoca en México el trato que reciben sus paisanos durante las redadas migratorias y pidió a los funcionarios encargados la atención adecuada y el apoyo real para los migrantes.
En caso de detectarse irregularidades o negligencia, adelantó que la Secretaría de Anticorrupción tomará cartas en el asunto, investigando y sancionando a quienes incumplan con sus deberes.
Señaló que aunque desde el inicio de su Gobierno se han mejorado los trámites y la atención a migrantes, y se han reconocido derechos como el envío de muebles para quienes regresan, aún es necesario fortalecer la labor de los consulados en territorio estadounidense.
Además, informó que ha casi se ha duplicado el número de solicitudes para tarjetas de la Financiera para el Bienestar, una iniciativa que recibe remesas remitidas desde Estados Unidos sin que los enviados tengan que pagar la comisión habitual por depósitos en efectivo. Más de 50 mil solicitudes respaldan esta política que busca beneficiar a las familias mexicanas en ambas orillas.
Un infierno en medio de un pantano
No obstante, las denuncias sobre la situación en el “Alcatraz de los Caimanes” son alarmantes y corroboradas por expertos, activistas y familiares.
El centro de detención, establecido en un remanente aéreo abandonado en medio de los Everglades, está rodeado de pantanos infestados de mosquitos portadores de virus como Zika, dengue y la fiebre del Nilo.
Los migrantes allí recluidos enfrentan hacinamiento extremo, falta de acceso a servicios médicos adecuados, alimentos en mal estado y condiciones de higiene insuficientes, según testimonios recabados por organizaciones defensoras de derechos humanos que demandan el cierre inmediato del lugar.
Durante protestas y conferencias de prensa en Miami, grupos como la Florida Immigration Coalition han denunciado que esta instalación “no es un centro de detención, sino un experimento de salud pública fallido y peligroso”.
Por su parte, médicos especializados advierten sobre el riesgo sanitario que implica mantener a personas en ambientes insalubres con temperaturas altas y exposición constante a enfermedades transmitidas por vectores.

Abogados de derechos civiles han planteado ante tribunales federales que a los detenidos se les niega el derecho a reunirse con sus representantes legales, se les mantiene detenidos sin cargos formales, y se han cancelado audiencias de fianza, lo que viola normas constitucionales fundamentales.
En una audiencia reciente, Eunice Cho, de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), calificó la situación como una “emergencia” y denunció que los migrantes son presionados a firmar órdenes de deportación sin la presencia ni asesoría de abogados.
Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha defendido la operación del centro y explicado que desde ahí han salido vuelos con cientos de migrantes hacia distintos puntos del país o repatriaciones directas, lo que consolida al lugar como centro logístico para las deportaciones.
DeSantis enfatiza que esta política fortalece el control migratorio en el estado y ha anunciado planes para ampliar la capacidad de detención a 4 mil personas, pese a las críticas nacionales e internacionales.
El “Alcatraz de los Caimanes” abre, asimismo, un debate ambiental por ubicarse en una zona protegida, lo que ha generado demandas judiciales de grupos ambientalistas y derechos humanos, que exigen mayor transparencia y responsabilidad institucional.