La cumbre climática de Glasgow no logró todo lo que quería, pero sí más de lo que los especialistas esperaban. Nunca una cumbre climática anterior, y ya van 25, mencionó el asunto de la extracción y uso del carbón y sus consecuencias negativas para el medio ambiente.
Luego de dos semanas de reuniones y de 48 horas de negociaciones de último minuto, se llegó a un acuerdo que apunta hacia la cifra tope de 1.5% de emisiones del carbón, después de que la India, una de cuyas principales producciones es el carbón, protestó contra una cifra mayor. Al final el delegado de Estados Unidos, John Kerry, logró convencer a sus homólogos chinos para que presionaran a los hindúes a fin de que aceptaran la versión final del acuerdo.
Se supone que la reducción de emisiones del carbono se logre en el año 2025 o a más tardar el 2030, pero el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, se mostró un poco escéptico. Su temor es que muchos estados no lo logren hasta esa fecha por falta de recursos. En su opinión, legar a ese punto tiene que ser más un resultado de disciplina y de políticas internas adoptadas a partir de la nueva realidad que estamos viviendo, dijo en declaraciones a la cadena portuguesa SIC.
El acuerdo incluye también una referencia al papel de los combustibles fósiles en la crisis climática, incluso después de una objeción de última hora, también de la India, que atenuó el lenguaje sobre la reducción del uso de carbón. Por eso Guterres cree que implantar el acuerdo no será fácil.
Históricamente las propuestas de las cumbres sobre el clima han fracasado para incluir un reconocimiento de que la crisis climática la ha causado la quema de combustibles fósiles. Pero lo cierto es que pese al consenso de buscarle una solución al problema, el texto no refleja la urgencia expresada por científicos internacionales en su reporte climático Código rojo para la humanidad, publicado en agosto. Más bien pospone acciones para reducir las emisiones de combustibles fósiles hasta el próximo año. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU informó que el mundo necesita reducir aproximadamente a la mitad esa emisiones durante la próxima década.
Las promesas de Glasgow no alcanzan
Al cierre de la cumbre, seguían existiendo profundas divisiones sobre temas clave incluso después de que se llegó a un acuerdo.
La ministra suiza de Medio Ambiente, Simonetta Sommaruga, se quejó de que el proceso para enmendar las menciones sobre combustibles fósiles no fue lo suficientemente transparente.
“No necesitamos reducir gradualmente, sino eliminar gradualmente los subsidios al carbón y los combustibles fósiles”, dijo Sommaruga, quien representa al Grupo de Integridad Ambiental (EIG, por sus siglas en inglés), que incluye a seis partes de la agencia de cambio climático de la ONU.
Añadió que el EIG decidió no interponerse en el camino de un acuerdo, pero que el grupo estaba “decepcionado”.Y añadió: “esto no nos acercará a los 1.5, y hará que sea más difícil alcanzarlo”, dijo.
Un logro clave del acuerdo es un artículo que pide a los países mejorar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para fines de 2022, para la COP27 en Egipto. Originalmente, los países no debían mejorar sus promesas hasta 2025.
El informe de agosto de la ONU y los eventos climáticos extremos en todo el hemisferio norte de este verano dieron la alarma de que el cambio climático estaba ocurriendo más rápido de lo que los científicos habían pronosticado.