La Cumbre de las Américas 2022 ha comenzado en la ciudad de Los Ángeles con una agenda que aún está siendo pulida. Por ahora los temas seguros, más allá de las reuniones bilaterales, se reducen a migraciones, cambio climático, la pandemia de la COVID-19 y la inflación regional.
Se prevé que sean agregados un par de seminarios sobre periodismo digital, ya que Estados Unidos quiere crear un red de informadores digitales, aunque no se saben más detalles; y otro encuentro con emprendedores privados, según el departamento de Estado.
Entre los periodistas que ya llegaron a Los Ángeles, sede del encuentro, corre el rumor de que empresarios privados, activistas y periodistas independientes cubanos se encuentran entre los convidados a participar, aunque el gobierno de la Isla, como se conoce, fue excluido oficialmente del cónclave, junto a los de Nicaragua y Venezuela.
La decisión, hecha oficial recién ahora pero ya anticipada desde hace semanas, ha provocado una ola de reacciones y críticas, tanto de los gobiernos apartados como de los de otros países, algunos de los cuales decidieron no participar debido a la postura excluyente de la Administración Biden.
“La verdadera pregunta es por qué el gobierno de Biden no hizo su tarea”, se preguntó Jorge Castañeda, excanciller mexicano que ahora imparte clases en la Universidad de Nueva York.
Aunque la Casa Blanca insiste en que Biden esbozará en Los Ángeles su visión para un “futuro sostenible, sólido y equitativo” en el hemisferio, Castañeda consideró que es evidente, por los forcejeos de última hora en torno a la lista de invitados, que América Latina no es una prioridad para el presidente de Estados Unidos.
“Esta ambiciosa agenda, nadie sabe exactamente de qué se trata, más allá de una serie de trivialidades”, señaló.
Estados Unidos es anfitrión de la cumbre por primera vez desde que estos foros fueron inaugurados en Miami en 1994, como parte de las gestiones por consolidar el apoyo a un acuerdo de libre comercio que se extendiera desde Alaska hasta la Patagonia y que nunca llegó a realizarse en su totalidad.
Ese objetivo fue abandonado hace más de 15 años en medio del ascenso de gobiernos izquierdistas en la región. Con la expansión de la influencia china, la mayoría de los países han llegado a esperar, y necesitar, menos de Washington.
En consecuencia, el foro principal para la cooperación regional ha languidecido y se ha convertido incluso en un escenario para ventilar agravios históricos, como cuando el difunto líder venezolano Hugo Chávez le dio al presidente estadounidense Barack Obama una copia del clásico libro de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina: Cinco siglos de saqueo de un continente, durante la cumbre de 2009 en Trinidad y Tobago. Pero el libro estaba en español, un idioma que el exmandatario estadounidense no domina.
Luego, el acercamiento de Estados Unidos a Cuba, sellado con el apretón de manos de Obama y Raúl Castro en la cumbre de 2015 en Panamá, disminuyó algunas de las tensiones ideológicas, que ahora vuelven a renacer con la exclusión de la Isla junto a la Venezuela de Maduro y la Nicaragua de Ortega.
“Es una enorme oportunidad perdida”, dijo recientemente Ben Rhodes, quien encabezó el deshielo con Cuba desde su puesto de viceconsejero de seguridad nacional en el gobierno de Obama, en su podcast “Pod Save the World”.
“Nos estamos aislando al dar ese paso porque tienes a México, tienes a países del Caribe diciendo que no van a venir, algo que solo va a hacer que Cuba luzca más fuerte que nosotros”, añadió.
Gobierno cubano rechaza su exclusión de la Cumbre de las Américas
Actividades paralelas
Por otro lado, el Secretario de Estado, Anthony Blinken, participará en un taller paralelo con alcaldes de todo el hemisferio que abordará la inclusión social y las contribuciones económicas de los migrantes.
Además, liderará un diálogo con estudiantes de periodismo sobre libertad de prensa que incluirá el lanzamiento de una nueva red para comunicadores digitales de Las Américas, destacará los esfuerzos impulsados para fortalecer la gobernabilidad democrática en el Foro de la Sociedad Civil y “resaltará nuestros objetivos compartidos en materia de transformación digital durante la Cumbre Empresarial”, dijo el portavoz del departamento de Estado, Ned Price.
En el Foro de Jóvenes de las Américas, Blinken recorrerá una muestra de emprendedores acompañado por jóvenes propietarios de empresas de todo el hemisferio.
En este escenario, se supo que el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, suspendió su viaje a Estados Unidos para participar en la cumbre, tras dar positivo a la COVID-19. El propio mandatario dio la noticia en Twitter, donde anunció que debió cancelar “todas las actividades durante los próximos días”. Su ausencia se une entonces a las otras ya anunciadas al foro regional.
Debido al viaje en el día de mañana a la Cumbre de las Américas en EEUU, me realicé hoy de un PCR. El resultado del mismo dio que soy positivo del COVID 19. A raíz de esta situación debo cancelar todas las actividades durante los próximos días.
— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) June 6, 2022
Caravana desde México
A su vez, el inicio de la cumbre coincide con una caravana de miles de indocumentados que salieron este lunes de la ciudad de Tapachula, en el sur de México, con la intención de llegar a Estados Unidos.
“Considero que vamos caminando más de 15.000 seres humanos”, declaró a la agencia AFP Luis García Villagrán, coordinador de la ONG Centro de la Dignificación humana que acompaña a los emigrantes.
“Le decimos a los mandatarios de los países que hoy se reúnen en la Cumbre de las Américas, que las mujeres y los niños migrantes, las familias migrantes, no somos moneda de cambio, de intereses ideológicos y políticos”, anadió. “Caminamos por nuestra libertad, porque tenemos derecho a migrar”, dijo.
América encara su cumbre apenas sin presidentas y con una brecha creciente
Bajo una pertinaz lluvia, los indocumentados comenzaron su caminata rumbo a Estados Unidos, una trayectoria de más de 3.000 km, portando pequeñas banderas de países como Venezuela, Nicaragua y Honduras.
“Los migrantes no somos criminales, somos trabajadores internacionales”, decía una pancarta que resaltaba entre la caravana de emigrantes indocumentados.
“¡Libertad!,¡Libertad!” y “¡Queremos visas”, coreaban los integrantes al pasar por un retén policíaco.
Omar Herrera, un emigrante de Venezuela, señaló que abandonó su empleo en una universidad de su país porque el salario “no alcanza para nada” y ahora está dispuesto a hacer jornadas extenuantes de caminata en busca de mejor futuro.
“Sin sacrificio no hay victoria”, concluyó.