El proyecto de ley H. 57, aprobado por la legislatura de Vermont, superó su último obstáculo, empujando al estado a un debate nacional sobre los derechos reproductivos. El H.57 protege la elección reproductiva como un “derecho fundamental” y prohíbe al gobierno poner restricciones al acceso al aborto.
El texto dice que el estado de Vermont reconoce el derecho fundamental de toda persona que queda embarazada a elegir llevar un embarazo a término o interrumpirlo.
También que las entidades públicas del estado “no deben interferir con los derechos fundamentales de una persona” para “elegir llevar un embarazo a término, dar a luz a un hijo o terminar ese embarazo”.
Y protege a las mujeres que deciden terminar sus embarazos por sí mismas. Sostiene que ninguna ley estatal o local debe procesar a ninguna persona por inducir, realizar o intentar su propia interrupción del embarazo.
La acción contrasta con lo que ha venido sucediendo en estados como Alabama, Georgia y Missouri, que durante las últimas semanas han aprobado legislaciones restringiendo o prohibiendo los abortos.
“Hace apenas unos años, estos proyectos de ley eran demasiado extremos para que los políticos del estado los tocaran. Ahora se están convirtiendo en ley con regularidad”, dijo Meagan Gallagher, presidenta de Planned Parenthood del Norte de Nueva Inglaterra. “Estos políticos están tratando de controlar la vida de las personas, y no lo vamos a tolerar”.
Expertos coinciden en señalar que quienes promueven estas restricciones se están preparando para la posibilidad de que la nueva mayoría conservadora en el Tribunal Supremo de Estados Unidos pueda reducir o anular las protecciones contra el aborto en la decisión Roe vs. Wade de 1973.
Los legisladores elogiaron al gobernador Phil Scott –un republicano moderado y pro-choice— por permitir que se llevara el proyecto de ley a la Cámara, aunque lo presionaron para que firmara la legislación y su compromiso con los derechos de aborto. Scott no ha indicado si lo firmará o dejará que se convierta en ley sin su firma.
“Tenemos que luchar por las hermanas que están en los estados donde están prohibiendo los abortos”, dijo Beverly Little Thunder, del Centro de Paz y Justicia. “La lucha es nacional. Y si no somos parte de esa solución, entonces somos parte de ese problema”.