El presidente Joe Biden dijo hoy viernes que no permitirá que el Departamento de Justicia confisque registros telefónicos y correos electrónicos de los periodistas. Calificó la práctica de “incorrecta” en una desviación significativa de sus predecesores. “Absolutamente, positivamente, está mal. Es simplemente, simplemente incorrecto”, le dijo a un periodista en la Casa Blanca.
Sus comentarios sobrevienen después de que CNN informara que el Departamento de Justicia de la administración Trump había obtenido en en secreto los registros telefónicos de 2017 de uno de sus corresponsales, la última revelación de una aparente investigación sobre filtraciones (leaks, en inglés) destinada a identificar las fuentes de un periodista.
The Washington Post reveló que el Departamento de Justicia había incautado el año pasado los registros telefónicos de tres de periodistas suyos que cubrieron la investigación sobre Rusia.
Cuando se le preguntó si evitaría que su Departamento de Justicia buscara los registros telefónicos de los periodistas, Biden respondió enfáticamente: “No dejaré que eso suceda”.
Sin embargo, sus comentarios parecen contradecir las declaraciones de su secretaria de Prensa, Jen Psaki. Cuando se le preguntó cómo veía la administración la práctica de obtener registros de periodistas, Psaki sugirió que el Departamento de Justicia utilizaría el “modelo Holder”, una referencia al fiscal general de la administración Obama, Eric Holder.
Bajo Holder el Departamento de Justicia anunció pautas para obtener registros de los medios de comunicación durante las investigaciones de filtraciones. Entonces muchas organizaciones de noticias dijeron que esas pautas eran ambiguas y que requerían niveles adicionales de revisión antes de que un periodista pudiera ser citado, pero no puso fin a la práctica.
En 2013 el Departamento de Justicia obtuvo en secreto los registros de varios periodistas de Associated Press en una investigación sobre filtraciones.
La Casa Blanca no ofreció una aclaración inmediata sobre la discrepancia.